Por las nubes.
Robert Zemeckis vuelve a las pantallas con el fin de contar la historia de Philippe Petit, aquel funambulista francés que en 1974 cruzó -a través de un cable tensado- la distancia entre las ya desaparecidas Torres Gemelas de New York. Aquí el director expone nuevamente su afán por las historias que se centran en un sólo personaje y su mundo (ya nos ha narrado las desventuras del personaje de Denzel Washington en El Vuelo, y nos ha invitado a acompañar a Tom Hanks en Forrest Gump y Náufrago). En esta oportunidad la historia ya fue narrada por aquel excelente documental ganador del Oscar en el 2008, Man on Wire; sin embargo la visión de esta propuesta, apoyada en gran medida y con excelentes resultados en la tecnología 3D, rinde sus frutos aunque claro, con algunas falencias.
El inicio del film se torna algo tedioso, acuñado en demasiadas palabras explicativas, con un paso lento de la historia que nos tiene esperando por aquello, que a mediados de la película y llegando a su final, nos envuelve en una tensión espectacular, una angustia injustificada porque la mayoría conoce el resultado de la hazaña. No obstante la propuesta visual es perfecta y logra su cometido: tener a los espectadores pendientes de un hilo, o más bien de un cable, siempre tensos en sus butacas.
Puede cuestionarse la elección del actor Joseph Gordon-Levitt para el personaje principal. Al inicio la peluca y los lentes de contacto azul se tornan difíciles de acomodar a la vista, pero cuando comienzan a contarse los planes de la proeza a llevar a cabo, las habilidades natas del actor como gimnasta (lo era en sus años más jóvenes) dejan claro el por qué de la elección y nos volvemos parte del sueño, sin cuestionarlo.
De esto trata entonces la historia detrás del sueño de un hombre que fue rechazado desde temprano por su familia, la cual discrepaba con él debido a su amor por las artes circenses. Petit se muda a la mágica ciudad de París, donde conocerá el amor y la amistad: su pareja y su mejor amigo serán los primeros cómplices en esta aventura denominada “el crimen artístico del siglo”. Se unirán luego al equipo personajes pintorescos que serán parte fundamental para ayudar al protagonista a cumplir su anhelo. Estamos ante una propuesta de ficción sobre un hombre real con un sueño demasiado particular. De hecho, es una interesante experiencia cinematográfica para disfrutar en 3D… debe ser una de las pocas películas que realmente lo vale.