La ética del psicópata. Crítica a ‘En la mente del asesino’
Si el cine del siglo XXI puede ser reducido a una serie de mash ups de películas que ya hemos visto anteriormente, En la mente del asesino es el perfecto encuentro entre El silencio de los inocentes y El vidente, con impetuosas pretensiones de Hannibal la serie.
En este film Anthony Hopkins interpreta a un colaborador del FBI retirado (John Clancy) quien posee el don de ver en el futuro. Pero rápidamente la capacidad especial de Clancy se vuelve una maldición cuando un asesino serial con el mismo don lo expone a las implicancias éticas que conlleva tener el poder de ver el futuro de las personas.
La película tiene virtudes y vicios, lamentablemente lo segundo eclipsa a lo primero y no nos permite disfrutar de los ingenios activos en el programa narrativo, me refiero por supuesto al giro argumental del tercer acto, donde los tiempos se desdibujan confundiendo el futuro con el presente. Entre los vicios podemos encontrar a un viejísimo Anthony Hopkins poco adecuado para el rol pero muy atractivo en función de un star system nostálgico. Hopkins tarda en meterse en el personaje desde lo físico, después de todo hay persecuciones y tiroteos, momentos de poca verosimilitud teniendo en cuenta la edad.
Tampoco ayuda la joven agente pasivo agresiva machona con complejo de electra en busca de una figura paterna. La crítica no es sobre la funcionalidad efectiva del personaje sino que está basado en un modelo muy estropeado por el uso, demasiado Clarice Starling. Los diálogos son muy sentimentales, constantemente refuerzan las vínculos personales, pero es todo muy explícito, no se encuentra lo material de lo íntimo, que es el conflicto.
En la mente del asesino es un thriller que entretiene, convence por las razones equivocadas y propone un giro argumental creativo y arriesgado, pero aún así tiene gusto a insuficiente.
Puntaje: 7