En la mente del Asesino, nos lleva a la ciudad de Atlanta, donde el agente Joe Merriweather (Jeffrey Dean Morgan), junto a su compañera Katherine Cowles (Abbie Cornish), buscan la ayuda del Dr. John Clancy (Anthony Hopkins) para detener a un asesino en serie extremadamente meticuloso y sádico.
Clancy, retirado después de una trágica pérdida familiar, vuelve un poco debido a la amistad que lo une con Joe, pero al mismo tiempo intrigado por el caso.
La película, fue originalmente pensada como una secuela de Pecados Capitales (Se7en), que se titularía Ei8ht, y el personaje de Anthony Hopkins fue pensado para que lo representara Morgan Freeman y su extraordinario Somerset. Gracias dios Fincher no estuvo de acuerdo, y la película se desarrolla como una historia independiente, ya que de haber pasado esto, las características del personaje de Hopkins hubieran destrozado nuestro recuerdo del detective compañero de Brad Pitt.
Lo que mas ruido hace es que parece constantemente imitar a películas como la ya nombrada Pecados Capitales, El Silencio de los Inocentes, la desconocida Resurrección, etc., pero el director no llega al nivel de la gente que dirigió esas películas (Fincher, Mulcahy, Demme) y queda corto.
En ese intento, no tiene estilo propio, que fue lo que diferencio a esas obras, y de esa manera lograron marcar al género. Creo sinceramente que si no fuera por el reparto, la película seria no solo una más del montón, sino que inclusive, hasta se la podría considerar clase B.
Con todos los condimentos que este genero necesita, un asesino inteligente, un detective igual, crímenes sádicos, escenas del crimen sórdidas, motivos retorcidos, pistas crípticas y un ritmo veloz, este Thriller cumple por poco con lo prometido sin brillar, y logra entretenernos, pero la olvidamos al rato de haberla visto.