La figura del doble, La muerte y El alivio
En la mente de un asesino (Solace) es un thriller en el cual se persigue a un misterioso asesino serial con una forma peculiar de matar. Al comienzo observamos que sus víctimas tienen una expresión placida y como la mayoría de los asesinos seriales, expuestos en dispositivos audiovisuales, prepara la escena del crimen minuciosamente. El film comienza con las distintas acepciones del término Solace el cual puede ser interpretado como alivio o consuelo. Esto mismo es lo que cree que hace el asesino por sus víctimas: darles alivio. El asesino se propone como un mártir, para ello el recurso del crucifijo será constante, e incluso reiterativo por momentos.
El agente del FBI Joe (Jeffrey Dean Morgan) y la psiquiatra Katherine Cowles investigan los asesinatos y tras no poder encontrar respuestas, deciden contactar al Dr. John Clancy (interpretado por Anthony Hopkins, quien como en la mayoría de los casos realiza una actuación verosímil). Al comienzo, Katherine y John tendrán ciertas diferencias metódicas ya que ella es más empírica mientras que el cree en métodos paranormales, así se despliega un breve debate inicial que nos remite en cierta forma a las diferencias entre los psicoanalistas Freud y Jung.
El Dr. Clancy posee una habilidad muy peculiar que lo ayuda de sobremanera a desempeñar el trabajo y así podrán acercarse cada vez más al asesino en cuestión. Se acercará tanto que se dará cuenta que él y el criminal tienen bastante en común. A partir de allí el film se apoyará constantemente en la figura del doble. El personaje del asesino y el de Hopkins serán las dos caras de una misma moneda, incluso ambos tendrán una cicatriz en la frente. Ciertos acontecimientos vinculados al pasado del Dr. Clancy -como la muerte de su hija- tendrán anclaje en el modus operandi del asesino quien realizará una especie de “eutanasia criminal”.
A pesar de tener una interesante dosificación de la información es un thriller poco original cuyos recursos (como el slo-mo) se repiten hasta producir cierto agotamiento o previsibilidad. En la mente de un asesino mezclando el suspenso y lo paranormal posee grandes figuras, pero un director (Afonso Poyart) con poca experiencia, éste es su segundo largometraje. Sin embargo, sus falencias recaen fundamentalmente en un guión poco sorprendente, el cual se había planteado en primera instancia como una secuela de Seven (1995), pero en sus resultados finales no tiene ningún punto de contacto con el mismo.