Hopkins, Lecter bueno, en sólido thriller sobrenatural
Éste es un buen thriller sobrenatural. Se podría decir que es realmente entretenido, excepto porque en realidad es terriblemente dramático.
La película comienza con una situación más o menos familiar: un policía incapaz de investigar los crímenes de un asesino serial convoca a un amigo con poderes psíquicos para que aporte información surgida de sus visiones paranormales.
Anthony Hopkins es el vidente que pronto llega a la conclusión de que se trata de un asesino piadoso que mata personas que tienen algún tipo de enfermedad terminal. Lo perturbador del caso es que muchas de estas enfermedades no eran conocidas por las víctimas, dado que ni siquiera habían sido diagnosticadas.
Lo que sigue es un thriller con muy buen ritmo y algunas excelentes escenas de acción que va derivando en un interesante duelo de videntes que convierte a "En la mente del asesino" en un producto bastante original.
El director brasileño Afonso Poyart maneja muy bien los climas sobrenaturales, aunque abusa un poco de los efectos digitales al poner en escena las visiones del psíquico protagónico. Entre los mayores logros del film se puede mencionar una electrizante persecución automovilística en la que los conductores son menos importantes que los poderes paranormales de Anthony Hopkins. El actor, también productor ejecutivo, entrega uno de sus habituales sólidos trabajos, componiendo algo así como un Hannibal Lecter bueno. El resto del elenco lo acompaña muy bien, incluyendo a Colin Farrell en un personaje bastante atípico.
La película exagera un tanto del dramatismo surgido de tanta mención a enfermedades serias, lo que limita bastante el sentido del humor, aunque con toda su flema inglesa, Hopkins logra meter algún buen bocadillo de humor negro.