Con lo justo y necesario
Lo que en su momento comenzó siendo la secuela de “Se7en” (1995), obra maestra de David Fincher, recorrió distintas productoras y cambios de guionista a lo largo de estos últimos años, para finalmente recaer en el novel director brasileño Afonso Poyart. Que si bien toma las nociones básicas del thriller psicológico policial para realizar un correcto debut Hollywoodense, cuenta con un handycap importante al contar con Anthony Hopkins y Collin Farrell entre sus dirigidos. Aunque el producto final no pase de ser una película del montón.
Joe Merriwather (Jeffrey Dean Morgan) y Katherine Cowles (Abbie Cornish) son dos agentes del FBI envueltos en la búsqueda de un asesino serial (Farrell) capaz de matar de forma indolora introduciendo un punzón en la base del cráneo de sus víctimas. Este extraño método y las crípticas pistas dejadas adrede en cada escena del crimen, demuestran que este psicópata piadoso es demasiado hábil para ser atrapado con una investigación convencional. Es así que los agentes recurren a John Clancy (Hopkins), un médico retirado con habilidades psíquicas para poder adelantarse a los siguientes crímenes antes que sucedan.
Dentro de la vorágine de visiones y clarividencias, Clancy no tardará en descubrir que el asesino también puede ver el futuro y que gracias a eso elige entre sus víctimas a pacientes terminales como forma de evitarles el sufrimiento. Lo que desencadenará una lucha de egos entre ambos psíquicos, con el condimento de poner en juego el dilema ético de aceptar la eutanasia como solución al dolor o enfrentar el destino sea cual fuere.
Solace (2015)
Sin ser una maravilla, “En la Mente del Asesino” transita con facilidad momentos de acción a base de escenas en cámara lenta muy bien logradas, a disminuir el ritmo con secuencias más introspectivas, centradas en el pasado (y futuro) de cada personaje y sus motivaciones.
De todas formas la historia funciona siempre y cuando se tome como verosímil que una investigación policial se guie casi exclusivamente en la habilidad de predecir el futuro. Y eso es algo que a pesar de los clichés del género, el film se toma completamente en serio sin que esto signifique tener que plantear una batalla entre escépticos y creyentes. Aunque a veces el guion se exceda un poco en los límites de este superpoder para hacer avanzar la trama.
Anthony Hopkins y Collin Farrell son claramente las figuras principales que le dan un pequeño atractivo adicional a la película, pero no es que haya mucho que destacar sobre sus interpretaciones, o las del elenco en general. En realidad es más el estilo visual elegido por Poyart, en una mezcla entre alucinógeno y noire, lo que hace que un argumento algo limitado genere un poco más de interés del que debería.
Dentro de sus limitaciones, no llega a ser del todo condenable por ser un debut con presupuesto acotado. Aunque quizás sea más la decepción de intentar verla por la presencia de Hopkins y Farrell en el afiche y encontrarse con que la película no supera el aceptable.
En la Mente del Asesino resulta una película para ver un Domingo lluvioso por cable y sin muchas más pretensiones.