Pronóstico en Buenos Aires: 45° de temperatura, 100% de humedad, cortes de luz, de tránsito, piquetes. ¿Día de furia? No para Axel. Una novia que no merece lo despide en su departamento; una amante imperiosa le promete, selfie mediante, lujuria vespertina. La jornada laboral le pesa poco: ni el trabajo estresante de atender las quejas de los usuarios en un call center, ni la presión permanente de un jefe insoportable, hacen mella en su espíritu. Axel es un tipo jovial, carismático, despreocupado, con un talento natural para lidiar con la gente y sus problemas. Hasta que, al atender la última llamada del día, todo comienza a cambiar.
El cliente que se identifica como Figueroa Mont parece ser uno más entre los consumidores frustrados por los abusos cotidianos de las empresas de servicios. El hombre quiere dar de baja su servicio y la tarea de Axel es disuadirlo, siguiendo las instrucciones enlatadas que aparecen en el monitor de su computadora. Pero Figueroa Mont ya está harto de tanto verso, y para él... ya es suficiente.
Figueroa Mont le informa a Axel que lo está observando a través de una mira telescópica adosada a un rifle de alta precisión y que si no le soluciona el problema le va a volar la cabeza. Axel no quiere creerle, pero el detalle con el que describe a los compañeros que lo rodean y lo que sucede en ese momento en el call center, demuestran que efectivamente tiene al joven En La Mira.