Ser poli en LA
"End of Watch" es un producto que ofrece más de lo que uno se puede esperar. Buenas escenas de acción, momentos de mucha tensión y una alta dosis de adrenalina. El director David Ayer ("Street Kings", "Harsh Times") nos ofrece una especie de "Policías en acción" (reality acerca de operativos policiales) cinematográfico que mantiene entretenido el espectador los 109 minutos que dura la historia.
Vamos a decir la verdad, esta película de acción con formato de reality no es una obra de arte del cine, pero consigue su objetivo con creces y está por encima de los clichés del género. Los formatos de falsos documentales o "cámara en mano" para contar historias ficticias con auras de realidad, forman parte de una dinámica que se está hundiendo tan rápido como logró subir (por suerte). En la fauna cinematográfica contemporánea podemos encontrar varios ejemplos bien chotos del uso de este tipo de filmación, sobre todo en el género del terror. "End of Watch" cae en algunas pocas telarañas de este formato, pero logra salir con bastante decoro. Mientras que en varias escenas el director logra imprimir vértigo y tensión con el uso desparejo de la cámara en movimiento, en otras confunde con los cambios que decidió incorporar. Por ejemplo, el film comienza con uno de los dos protagonistas, Jake Gyllenhaal en el rol del policía Brian Taylor, filmando en 1ra persona todo lo que va sucediendo en su trabajo, pero a medida que va avanzando la película, Ayer inexplicablemente pasa de la cámara en 1ra persona a un cámara en movimiento manejada por un 3ro no reconocible, como si hubiera una especie de narrador... Esta dinámica puede resultar bastante confusa y no estoy seguro de que aporte algo significativo a la producción. Lo mismo cuando la cámara en 1ra persona pasa a mano de un pandillero... en fin, no quiero enredarlos con esto, pero si quiero advertirles de que puede percibirse como improvisado o desparejo.
Por otro lado, la trama es bastante interesante, no tanto en su composición sino en la forma en que está mostrada. Policías que se meten en problemas con grandes cárteles del narcotráfico o pandillas violentas no representan algo novedoso en el cine, pero la crudeza y el realismo con el que Ayer lo expone sí. La intensidad dramática, en parte mérito de los protagonistas Michael Peña y Jake Gyllenhaal, va creciendo a medida que avanza el metraje y el desenlance final, a pesar de algunos baches, es dinámico y deja esa sensación de haber disfrutado lo que nos mostraron.
Una peli para aquellos que gustan de films de acción con dosis de realismo y se bancan la montaña rusa de tensiones y dramas. Disfrutable.