Dos policías bajo riesgo
Jake Gyllenhaal y Michael Peña protagonizan esta cinta que muestra, con el recurso de cámara en mano en varias secuencias, un agitado día en la vida de los oficiales.
Las cámaras en mano se han vuelto casi obligatorias en el cine actual. Y cuando hablamos de cámara en mano nos referimos a aquellas que no están en trípode, que se mueven nerviosamente en cada escena generando confusión y tensión. En la mira tiene un uso y cierto abuso de este recurso. Este claustrofóbico e intenso relato de la jornada laboral y la vida de dos policías basa gran parte de su fuerza justamente en esta tensión y este caos que genera esta herramienta del lenguaje cinematográfico. Pero En la mira tiene otro elemento extra muy de moda en los últimos años y es el de las cámaras manejadas por sus protagonistas. Si bien el registro con cámaras del trabajo de la policía no es algo inventado por la película, hay que decir que En la mira se toma suficientes licencias poéticas sin sentido –como los traficantes con cámaras– que ayudan a la tensión por un lado y distraen la atención por el otro. La cámara en mano es una excusa también para no realizar un montaje impecable, encuadres perfectos y para evitar que el montaje sea también prolijo y exacto. A veces es una buena excusa para directores que no saben dominar el lenguaje del cine clásico. Para subsanar este disparate y estas sospechas los actores (Jake Gyllenhaal y Michael Peña) cumplen bien su trabajo y el director logra mantener el dramatismo escena tras escena. También resulta muy interesante la idea acerca del trabajo de los policías, de aquello que debe vivir a diario para luego volver a sus casas e intentar llevar una vida normal. Testigos de los crímenes más atroces, los protagonistas viven una jornada intensa y demoledora que la película logra en más de un momento captar. Preocupado siempre por describir la vida policial, el guionista y director David Ayer tiene en esta, su tercera película sobre el mismo tema, una mirada que deja atrás el cine de acción y busca más el drama. Ayer dirigió Harsh Times (2005) con Christian Bale y Reyes de la calle (2008) con Keanu Reeves y Forest Whitaker y Hugh Laurie. Ayer también fue el guionista de Día de entrenamiento (2001) con Ethan Hawke y Denzel Washington. Esa experiencia sin duda es la que permite que se pasen por alto algunas inconsistencias que tiene En la mira y se termine imponiendo con seguridad su descripción violenta y angustiante del trabajo policial. «