Quienes vieron la primera se encontrarán en esta segunda con una película distinta, más desmesurada, caótica, sorprendente, donde las crueldades del poder despótico de esa sociedad se profundizan, y comienza lentamente la solidaridad y la rebelión que retratará la tercera. Una Jennifer Lawrence intensa y talentosa es la que sostiene la tensión y tiene un protagonismo hipnótico para sus fans.