El Cine es un Negocio
Si uno hila fino hallará en la segunda entrega de los Juegos del hambre un trasfondo de crítica hacia la hambruna social y el control político en los medios de comunicación, pero no olvidemos que el cine es negocio, por sobre todas las cosas, y los productores de Hollywood lo saben de siempre, por ello acaso suelen dar mas de lo mismo.
"En llamas" arranca un tiempo después del final de la anterior película, y presupone a los ganadores de los 74º Juegos como vendedores promocionados por el Capitolio de su historia de amor, a la vez se está cocinando una rebelión popular contra el gobierno dictatorial de Panem, ergo que mejor entonces para las autoridades que darles al pueblo "circo y circo" (pan no hay...), organizando los Juegos número 75, los cuales incluyen a los actores protagonistas.
De a ratos sombría, oscura, pero "pochoclera" a full, con intervenciones actorales medias y ajustadas, todo conformando un combo harto comercial, pensado para llevar a las salas a una franja de espectadores jóvenes, los fans que consumen mayoritariamente esta saga basada en los libros de Suzanne Collins.
Ahora también le sobran unos cuantos minutos aburridos, unos 20 aproximadamente.