Su relato se encuentra situado en un futuro post-apocalíptico. Un viudo padre de dos hijas Eva (Evan Rachel Wood) y Nell, la menor (Ellen Page), cada una de ellas tienen sus sueños y deciden alejarse de todo y vivir en una casa alejados de todos, él es un hombre comprensivo, tranquilo e intenta mantener la armonía, en algunos momentos hay ciertos chispazos en la convivencia entre hermanas. Pero un día la electricidad desaparece, solo hay un generador, van pasando varios meses y empiezan a quedarse sin combustible. Otros elementos comienzan a caerse y escasear entre ellos: telecomunicaciones y alimentos respectivamente. Mientras una serie de conflictos comienzan a suceder, ante ciertas hostilidades que van surgiendo y tendrán que ingeniarse para sobrevivir, como reaccionamos ante realidades extremas y cuando nos toca la tragedia. De esta manera la directora canadiense Patricia Rozema va utilizando distintos recursos para hacernos reflexionar, creando buenos climas intimistas, situaciones límites, la relación entre estas dos hermanas, todo ayudado por un buen movimiento de cámara e iluminación. Muy buenas interpretaciones de Ellen Page y Rachel Wood. Se mezclan bien los dos géneros: drama y thriller.