Un realizador único e ineludible
Por primera vez llega a la cartelera comercial argentina una película del director coreano Hong Sang-soo, cuyas obras se vieron siempre en el marco del Bafici. Un gran film.
Probablemente la mayoría de los espectadores de cine no vieron jamás una película coreana. Sin embargo, desde hace unos años el cine hecho es ese pequeño país asiático es uno de los más vitales y originales del mundo. Y entre los directores más destacados, es ineludible la obra Hong Sang-soo –que se exhibió completa en la última edición del Bafici–, un realizador único que centra su trabajo en temas aparentemente menores, que ubica a sus personajes en intersecciones, tránsitos o paréntesis en el trabajo, entre dos amores, viajes cortos a lugares donde sus criaturas pierden el eje.
En ese sentido, En otro país, penúltimo título de Hong, bien podría considerarse prototipíco dentro del la filmografía del director, con Isabel Huppert desdoblándose en tres Anas –una directora de cine, una empresaria, una mujer abandonada por su marido que la dejó por su amante coreana–, un personaje que se repite con variaciones en las distintas historias, un recurso habitual que aparece con frecuencia en el resto de los films del director surcoreano, al que suma uno más, la ubicación de la protagonista en una ciudad pequeña, extraña a su vida cotidiana.
Las Anas, entonces, son una anomalía en tierras lejanas, tres francesas, tres mujeres occidentales que interactúan con la gente del pueblo, con pasos de comedia, momentos de profunda reflexión y el choque, leve pero presente, de dos culturas diferentes. Y es en ese limbo breve, de duración preestablecida, donde las tres se asoman a su verdadero naturaleza, un intersticio de lo que podrían ser.
Según Hong Sang-soo, lo verdadero, los momentos determinantes de una vida surgen en aparentes tiempos muertos, de poca o nula trascendencia. Y En otro país, un extraordinaria comedia tragicómica, leve y feliz, es una prueba de este dogma.