La traducción de In the Fade se corresponde más a estar en desvanecimiento, que a un estado de ánimo como el que viene a decirnos el título local En pedazos.
Es muy probable que Katja (Diane Kruger, mejor actriz den Cannes 2017 por este papel) lo esté. De hecho, lo está. Un atentado terrorista, una bomba colocada al frente del negocio que manejaba su marido, estalla y termina con la vida de él, y de su hijo. A partir de allí, Katja enfrentará, al comienzo no con entereza, cómo por vía judicial el caso comienza a empantanarse.
Hasta que llega un punto en el que Katja decide buscar justicia. Pero por mano propia.
Los momentos más dramáticos del relato -el descubrimiento del hecho; la recepción en su casa- están construidos con fiereza y algo de devastadora fuerza por el director Fatih Akin. El realizador de Contra la pared venía de unos cuantos fiascos en su haber, y aquí levanta mucho la puntería.
El hecho de que el marido de Katja sea turco y musulmán, ella alemana y el atentado haya ocurrido en Hamburgo da los parámetros para analizar también la realidad y la actualidad germana.
El juicio que sigue hasta el veredicto tiene sus puntos en común con centenares de películas, pero lo que viene después es lo que marca el punto de inflexión en el filme.
Akin sabe cómo mostrar el ambiente social -lo ha hecho en casi todas sus realizaciones-. Como el marido había sido traficante de drogas, los detectives huelen algo entre terrorismo islámico y guerra de pandillas. Pero Katja, que es una mujer de llorar tanto como de actuar, es inflexible. “Los nazis mataron a mi marido”, repite.
Los acusados son una joven pareja casada y su defensor tiene los tips de los villanos de las Cortes. Salvo esto, no hay demasiados clisés, aunque el lector pueda entender como uno que el deseo de justicia se contraponga o vaya por el mismo camino que el de venganza cuando lo primero no se “consigue”.
Diane Kruger (Bastardos sin gloria) es movida de la pasividad al duelo y una posterior toma de posición. Con la que se podrá estar o no de acuerdo, lo mismo que con el desenlace de esta película que lo que hace, en definitiva, es poner en discusión temas tan transitados -pero no por ellos claros- como el de la condición humana, la venganza y el dolor sin remedio.