“En Pedazos” se centra en Katja, una mujer casada con un hijo que, luego de una explosión en el comercio de su marido ubicado en el barrio turco de Hamburgo, pierde a su familia. Es así como deberá pasar por la búsqueda de los sospechosos, el tribunal de justicia y el deseo de venganza.
El film alemán ganador de un Globo de Oro y preseleccionado para el Oscar (que no consiguió estar finalmente entre los cinco ternados) aborda una temática tan realista como actual: el terrorismo en Europa y el regreso de grupos neonazis en Alemania que se manifiestan en contra de los musulmanes y el crecimiento de los refugiados extranjeros. Y a su director Faith Akin no le tiembla el pulso a la hora de narrar este argumento de una forma cruda e incómoda para acentuar la autenticidad de los hechos.
Su búsqueda de veracidad también se encuentra expuesta en las cuestiones técnicas, donde prevalece el sonido ambiente por sobre la música (aunque también tenemos momentos de acompañamiento) y filmaciones caseras que nos acercan más a la vida íntima de la protagonista.
La historia está estructurada de una manera clásica y dividida en tres actos: la presentación de la familia y el suceso en sí, el desarrollo en el tribunal de justicia y el desenlace final. Si bien dentro de cada parte nos encontramos con un dinamismo en la trama, falta una conexión más armoniosa entre cada una de ellas para darle una mayor fluidez al relato.
Diane Kruger, protagonista de la cinta, encarna perfectamente a Katja, poniéndose en el lugar de una mujer que lo perdió todo, con una dicotomía entre el desgano y la fortaleza de la lucha por obtener justicia. La actriz compone de una muy buena manera a su personaje (también la ayuda el gran guion que le permite crear un desarrollo interno y psicológico), brindándole tanto el cuerpo como el alma (y una gran cuota de sensibilidad). Sin embargo, no todos los secundarios que conforman el resto del elenco tienen el mismo peso, haciendo que se desdibuje la figura de algunos de ellos.
En todo momento nos encontramos con un clima crudo, inquietante y gélido (literal y metafóricamente), donde las escenas provocan tensión e incertidumbre. No sabemos en ningún instante qué hará concretamente la protagonista y hacia el final del relato observamos una decisión polémica por parte del guion, que está totalmente justificada dentro de la trama pero que puede dejar una sensación ambigua en el público.
Si bien genera esa impresión de que pudo haber sido mucho más impactante, “En Pedazos” es un film que sobresale por la realidad y actualidad del argumento que se aborda y por la impecable interpretación de su protagonista Diane Kruger, quien nos permite ponernos en su piel y debatir posteriormente qué hubiéramos hecho en su lugar. Una historia cruda que se retrata de una forma correcta, exponiendo al espectador a que afloren sus sentimientos.