La historia comienza con una introducción muy romántica a partir del casamiento de Nuri Sekerci (Numan Acar, La gran muralla) y Katja (Diane Kruger, una gran interpretación de la protagonista, se luce en cada detalle y muy merecido el premio en Cannes a la mejor actriz) en la cárcel. Luego lo vemos trabajando en una oficina y como su pasado como narcotraficante quedó atrás. Una tarde en ese lugar se queda con su hijo Rocco (Rafael Santana) que tiene unos 6 años por la noche se encontrarán con Katja.
Cuando esta mujer alemana Katja llega a buscar a su familia, su vida se rompe en mil pedazos ante la muerte de su hijo y esposo, estos fueron víctimas de un atentado neonazi, xenófobo contra la comunidad turca en Hamburgo.
El director divide el relato en tres partes: familia, justicia y el mar. La cámara va siguiendo a esta mujer en su dolor, en su pérdida, en su duelo, por momentos se encierra en sus recuerdos y el odio que siente ante los psicópatas neonazis, que cobardemente mataron a sangre fría a sus seres queridos.
El director Fatih Akin, es hijo de inmigrantes turcos y ha sufrido en carne propia el racismo, él nació en Alemania y a lo largo de su filmografía siempre se preocupó por las diferencias entre la población turca-alemana. Este film se relaciona con atentados neonazis ocurridos entre 2000 y 2007.
Su ritmo es dinámico, ágil, con una banda sonora y un paisaje que acompaña cada escena, si bien tiene un fuerte contenido que puede llevar al debate, ya se vieron muchas historias similares.
Recordemos que “En pedazos” fue ganadora en el Globo de Oro a la Mejor Película Extranjera e ignorada en la nominación a los premios Oscar donde la dejaron fuera de la competencia.