Una muchacha que se desplaza con muletas y un detective proclive a solucionar rápidamente cualquier caso que caiga en sus manos son los principales protagonistas de esta historia en la se mezclan el terror y la traición. Ella intenta salir indemne de los peligros que la asechan constantemente, mientras que él comenzará a investigar a la joven, sospechosa en dos asesinatos.
Amante de las películas clase B, el director Matías Szulansk redujo el argumento a su versión más despojada, lo que sumado a la correcta actuación de Nai Awada, resultó en una de esas rarezas cinematográficas que no pasará desapercibida para los amantes del género.