Tras el sorprendente éxito de taquilla de Invasión zombie (Train to Busan) en los cines argentinos (130.000 espectadores), la misma distribuidora prueba ahora suerte con el nuevo film del director de The Chaser y The Yellow Sea. Aunque el resultado está por debajo de aquellos dos brillantes largometrajes previos, no deja de ser un buen exponente del cine de género de ese origen.
Asesinatos seriales. Baños de sangre. Policías torpes y desconcertados. Un hombre que trata de salvar a su hija. Paranoia creciente en un pueblo rural. Fenómenos paranormales. Presencias diabólicas. Estos son algunos de los elementos que maneja el genial director de The Chaser (2008) y The Yellow Sea (2010) en la no tan genial The Wailing, una película que se pierde y en ciertos pasajes naufraga en su propia desmesura (innecesarios 156 minutos), en la acumulación de capas y de referencias.
Entre Memorias de un asesino, de su compatriota Bong Joon-ho, y algo de Fargo y El exorcista, Na Hong-Jin construye con En presencia del diablo un thriller virtuoso y vistoso, con una gran puesta en escena, un acabado técnico extraordinario (para disfrutar en sala grande) y algunos momentos notables, pero la sensación de grandilocuencia y desborde -que tan bien ha funcionado en el cine coreano industrial- aquí le juegan un poco en contra. Así, lo que podría haber sido otra obra maestra del cine de género es sólo una aceptable propuesta que se disfruta de a ratos.