Sorprendente título coreano de género fantástico
Esta película de terror surcoreana, aunque coproducida por la Fox de EE.UU., es toda una sorpresa, y ojalá sirva para que se estrenen en nuestro país otros films del mismo director, que tiene excelentes títulos como "El mar amarillo", aun mas oscuros que esta odisea de embrujos campestres.
Aquí hay un pueblito coreano donde, con la aparición de un misterioso anciano japonés, empiezan a pasar cosas horribles, asesinatos, incendios; la gente enloquece, deambula desnuda por la noche y, aunque lo primero que se dice es que hubo un consumo de hongos o alucinógenos que provocan intoxicaciones e infecciones, pronto queda claro que la causa de todo es de orden sobrenatural.
Un policía regordete y cobarde es uno de los investigadores, y también quien aporta un particular sentido del humor a esta historia de terror. Justamente, una de las cualidades del film es la transformación de este personaje patético, pero simpático, en un hombre dispuesto a todo para salvar a su pequeña hija, que en medio de la investigación exhibe preocupantes síntomas de posesión. La película es larga dos horas y media, una duración excesiva- y se va volviendo cada vez más oscura, con escenas impresionantes como la de un rarísimo ritual de exorcismo coreano con bailes desaforados y sacrificios de animales.