Esta producción en apariencia se subsume en el género del terror, instalando un verosímil más que interesante y atrapante, pero que a poco de comenzar comienza a realizar cruces de género derivando en un sinfín de tropiezos narrativos que, sumado a la excesiva duración, termina en el lugar del tedio. La falta de resolución de las variables da por tierra los muy logrados momentos que posee.
Lo mismo sucede con los temas que intenta abarcar, el amor filial aparece como principal, pero subyace en el texto la idea de lo foráneo como causa primordial del desastre.
El filme abre con un personaje pescando plácidamente en un lago, observando una escena familiar. Luego sabremos que éste pescador es un recién llegado, japonés él, instalado en un pequeño pueblo de la campiña surcoreana.
Comienzan a suceder extraños casos de asesinatos, una enfermedad sin explicación, alguna transforma a sus habitantes y los convierte en asesinos de su propia familia.
El primer caso es cubierto por el sargento Jong-goo, quien no comprende ni encuentra indicios para una explicación lógica de los sucesos, pero todo cambia cuando estos hechos se hacen más profusos y terminan involucrando a su propia hija.
Dentro de la obra son reconocible los homenajes a filmes como “El exorcista” (1973), y en una misma proporción satirizar al cuerpo de policía, situación común en producciones surcoreanas de los últimos años, aquí sumándole la denuncia de corrupción y falta de formación de sus integrantes.
Increíblemente lo mejor que posee el filme es la presencia en ausencia del mal por antonomasia, el trabajo de los espacios vacíos, plenos de un diseño de sonido que invade la imagen, completan y dan lugar al desarrollo de lo narrado, simultáneamente el uso excesivo del recurso, sin agregar nueva información hace de esto una planicie de la que le cuesta en muchos momentos despegarse.
La primera hora es de una excelencia envidiable, luego parece que la idea original se quedo en es, sólo idea, el resto de la realización tiene unos pocos momentos de lucidez, todas aplicadas a los giros narrativos o temáticos, en las que se aplica el abanico de posibilidades de lecturas, gracias a la universalidad del género principal.