Introducción al catecismo
La historia real de un grupo de periodistas del Boston Globe que desenmascaran la trágica realidad del abuso de menores por curas y el encubrimiento de la iglesia católica, reafirma la vocación ética del cine en asuntos sociales, al iluminar un mundo donde las personas se han acostumbrado a moverse entre las sombras.
En primer plana regresa la atención a los medios de comunicación y plantea las viejas inquietudes morales sobre qué es lo que se debe mostrar, qué utilidad tiene, a quién perjudica y a quién salva. El énfasis está, por supuesto, en las omisiones. Los personajes no pueden evitar recriminarse por qué no vieron todo esto, los abusos y el encubrimiento, antes teniendo la información siempre a disposición. La sociedad, como siempre, se salva por ser una masa traumada. No se le demanda nada al ciudadano puesto que este es quien ha sufrido los abusos, es para el que todo el trabajo de investigación tiene sentido.
El film se centra casi con exclusividad en el periodistas, no muestra demasiado de las víctimas ni de los agresores. Esta focalización en los personajes provoca que tanto la labor heróica como la responsabilidad, la culpa, recaiga sobre ellos. El defecto de esta agenda narrativa es la reducción de las pasiones a la búsqueda de la verdad en abstracto, como si esta fuera algo sólido y definido. No da cuenta de las ambigüedades y conflictos que le son inherentes.
Es interesante la presentación del problema de los abusos de curas a niños en tanto es presentado como un fenómeno institucional sobre el cual se puede hacer estimaciones estadísticas. Esto le da tal repercusión al hecho que obliga al espectador a observar las instituciones de su entorno. Definitivamente, esto se inscribe entre los méritos del film.
Aun así, En primer plana es un film emotivo y atrapante, que nos brinda un corto paseo por las instituciones y como estas manipulan la información de una forma tan humana que coaccionan los sentimientos de las víctimas y sus relaciones para que olviden, perdonen y sigan con sus vidas. Boston es representada como una ciudad vigilada donde el acceso a la información es restringido, donde lo macabro es permitido y reprimido y, tristemente, conocido por todos.
Puntaje: 8