A pocos días de los premios Oscar, este jueves se estrena en nuestro país En Primera Plana que está basada en un caso real que conmovió a Boston y al mundo a principios del 2000. El equipo de periodistas de la sección Spotlight del Boston Globe investiga varios casos de sacerdotes abusadores, un trabajo que termina revelando una enorme cantidad de curas pedófilos amparados por la Iglesia Católica. El director Tom McCarthy retrata con solvencia y rigor el trabajo de los periodistas de investigación sobre el terreno. En una película coral que funciona a la perfección por la enorme calidad de los intérpretes, no hay puntos bajos en el elenco. Michael Keaton marca presencia como el líder de un equipo de reporteros en donde Mark Ruffalo logra la composición más acertada, por histrionismo y pasión.
Con el espíritu de cintas clásicas como Todos Los hombres del Presidente, el filme se hace llevadero, aunque la trama se estire un poco y los giros argumentales guarden pocas sorpresas. Aquí casi no hay suspenso, la tensión se da más por los palos en la rueda que encuentran los periodistas, que por descubrir quién es culpable y quién inocente.
Las locaciones en Boston son, sin dudas, un personaje más en la historia, calles y edificios atractivos que enmarcan la puesta. Más importante por el mensaje y la historia real que hay detrás que por el argumento, En Primera Plana es una cinta que merece ser vista y analizada y debería servir como recordatorio de que el mal a veces se disfraza del bien para engañar a los inocentes.