La Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood perdió el domingo pasado la chance de tomar una decisión audaz. Mad Max: Furia en el camino fue el film que más estatuillas se llevó, y que debió terminar la noche con el Oscar a Mejor Película. Pero no. Se sabe que los conservadores votantes jamás se inclinarán por una propuesta vibrante y entretenida. Siempre optarán por un producto más bien solemne, que gire alrededor de algún tema importante. En este sentido, es cierto que Spotlight tenía todas las de ganar. La película reconstruye la ardua investigación desarrollada hacia el año 2001 por un grupo de periodistas del Boston Globe, abocados a sacar a la luz una gran cantidad de casos de abusos sexuales perpetrados por sacerdotes, que contaron con el amparo de las altas esferas de autoridades políticas y religiosas.
Si bien en los últimos años, títulos como Vivir al límite y Argo conquistaron la codiciada estatuilla dorada abordando historias sobre emblemáticos conflictos bélicos y diplomáticos; En primera plana va un paso más allá al meterse con una institución milenaria como la Iglesia Católica, y avanzar de manera implacable hacia la confirmación de una tesis por demás áspera: los abusos de curas hacia menores no son hechos aislados sino una práctica sistemática. La Academia no suele meterse con el poder religioso, y menos aún premiar con el galardón principal a una película tan combativa como esta. Ver al productor Michael Sugar sobre el Dolby Theatre el pasado domingo enviándole un fuerte mensaje al Papa Francisco al recibir el Oscar, fue sin dudas un gran plus. "Papa Francisco, es hora de proteger a los niños y restaurar la fe", enfatizó uno de los principales artífices de Spotlight.
El premio para el film dirigido por Tom McCarthy es doblemente atípico, porque más allá de su tesón a la hora de revelar uno de los rincones más podridos de la iglesia; es a la vez un relato riguroso que no distrae su foco en subtramas periféricas. En primera plana no necesita introducir ningún romance en la redacción del Boston Globe, ni tampoco presentar escenas de persecución o amenazas estridentes. La integridad de esta historia se sostiene sobre la base de la sobriedad, esquivando golpes de efecto tales como escenas de flashbacks que ilustren los casos de abuso sexual.
Spotlight también es fiel testimonio de un tipo de periodismo en vías de extinción. En tiempos en que los portales replican noticias a alta velocidad en una vacía dinámica de copy-paste, esta película nos lleva a un momento de inflexión en las herramientas tecnológicas. Hacia 2001 el fenómeno de internet no estaba tan desarrollado y la investigación periodística aún se basaba en la búsqueda de archivos de papel. Con un dejo de textura artesanal, este es un film centrado en la palabra, que se ocupa de darle entidad y dignidad a todo lo que se dice. Y también es la historia de un grupo de periodistas apasionados, que más allá de las encrucijadas éticas que puedan cruzarse su camino, jamás olvidan que viven por un claro objetivo: revelar a la comunidad esa verdad oscura que el poder tanto se empecinó en ocultar.
Spotlight / Estados Unidos / 2015 / 128 minutos / Apta mayores de 13 años / Dirección: Tom McCarthy / Con: Mark Ruffalo, Michael Keaton, Rachel McAdams, Liev Schreiber, John Slattery, Brian DArcy James, Stanley Tucci y Billy Crudup. En Cinemark y Cinemacenter.