De la mano del director nominado al Oscar, Tom McCarthy, llega su película (también nominada) En primera plana. Un drama basado en una historia real, sobre el equipo del Boston Globe que desenmascaró los casos de pederastia en la Iglesia Católica, investigación que le valió el premio Pulitzer al Globe.
Un grupo de periodistas del Boston Globe intenta sacar a la luz los trapos sucios de la iglesia: el encubrimiento de casos de pederastia en la arquidiócesis de la ciudad. La investigación la lleva a cabo el equipo denominado Spotlight, e integrado por Mike Rezendes (Mark Ruffalo), Sacha Pfeiffer (Rachel McAdams), Matt Carroll (Brian d’Arcy James), liderados por Walter “Robby” Robinson (Michael Keaton) e impulsados por el nuevo editor judío Marty Baron (Liev Schreiber), quien insiste en la seriedad del caso.
La redacción del Boston Globe es el escenario para gran parte de la película, ambientada hace poco más de diez años durante la era pre-Google. En primera plana, entonces, posee un ritmo tranquilo y calmo, pero fluido, es decir, el tipo de ritmo que una investigación tan meticulosa como la que hizo Spotlight necesita. Pfeiffer entrevista a las víctimas, Rezendes acosa al abogado que en algún momento las defendió, Carroll marca listados de curas pedófilos: En primera plana es una oda al trabajo del periodista.
Ese fue el camino que el director Tom McCarthy (En tus zapatos, Ganar ganar) y el guionista Josh Singer (ambos nominados al Oscar por mejor guión original) tomaron: prefirieron contar la historia de los periodistas que buscaron la verdad (algo similar a lo ocurrido con Zodíaco de David Fincher). Hubiera sido muy fácil apelar de forma constante a la emoción del espectador y a lo cruento de la situación. Pero no, En primera plana se apega a los hechos reales y concretos de la investigación, y trata con mucho respeto y cuidado un tema más que delicado.
En primera plana, entonces, no se desvía de su objetivo en ningún momento: al igual que los periodistas, busca contar una historia real. Esta es la razón por la que poco y nada se sabe de los personajes que componen la película, y por eso se aprecia más el trabajo que éstos realizan en equipo (tanto en la ficción como fuera de ella) que las actuaciones individuales. Esto sin sacarle mérito a nadie del elenco: tanto Ruffalo como McAdams están nominados al Oscar por mejor actor y actriz de reparto, respectivamente.