El buen periodismo
¿Qué es un periodista? ¿Cuál es su papel en la sociedad? Pareciera que en los tiempos que corren, el periodismo se ha desdibujado. La velocidad con la que se mueven las noticias y esa necesidad de primicia constante que tienen los medios masivos de comunicación, le han ido quitando calidad a la información que publican y consecuentemente, han modificado el trabajo de los periodistas. Y lo peor de todo, nosotros nos hemos acostumbrado a ello.
Spotlight nos sitúa en la ciudad de Boston, más específicamente en la redacción del Boston Globe. Allí conocemos al equipo de investigación del diario, que lleva el nombre de Spotlight. A medida que transcurre la película veremos cómo este grupo reducido de periodistas destapa un escándalo de pedofilia en la Iglesia Católica y como las autoridades de la misma, habían logrado cubrirlo por años y años.
Dirigida por Tom McCarthy –a quien conocimos por películas poco trascendentes el año pasado como Cobbler (2015)- en Spotlight seguimos a este grupo de periodistas, encabezado por Walter “Robby” Robinson (Michael Keaton), en la búsqueda de datos y pistas que los ayuden a descubrir semejante escándalo.
La magnitud del caso, que tuvo lugar a principios del año 2002, hace que se deban mostrar y dar a conocer una cantidad inmensa de personas implicadas e información difícil de aprender en las dos horas y seis minutos que dura la película. Por eso es que Spotlight puede parecer lenta y estática por momentos, con diálogos extensos y complejos. Pero no por eso es aburrida, simplemente se toma su tiempo para darle tiempo al espectador para comprender y conocer toda la información expuesta.
La película cuenta con un elenco más que interesante (Mark Ruffallo, Stanley Tucci, Michael Keaton, Rachel McAdams, Liev Schreider, etc) y las actuaciones están a la altura de las circunstancias. Mark Ruffalo se destaca en su papel de Mike Rezendes, quien debe redactar la noticia, seguido de cerca por Michael Keaton.
Pero lo más interesante de Spotlight es cómo muestra a este grupo de periodistas haciendo su trabajo. La forma en la que buscan la información, la manera en la que entrevistan a las víctimas y cómo aquello que descubren termina por afectarlos a todos en sus vidas personales.
Como decíamos antes, nos terminamos acostumbrando a una clase de periodismo que en realidad no aporta nada a la sociedad. Por eso es tan importante ver una película como esta, que si bien maquilla a los personajes y los hace más heroicos de lo que en verdad son, deja al descubierto cómo deberían comportarse aquellos que desean luchar contra el poder real en lugar de ser obsecuentes hacia él. Spotlight es una gran muestra de lo que debería ser el buen periodismo.