Por su calidad y entereza justifica las 6 nominaciones al Oscar
Los protagonistas de esta historia, basada en un hecho real, son los periodistas del equipo Spotlight. Una sección del periódico “Boston Globe” dedicada a la investigación de casos especiales. En enero del 2002 publicaron un informe sobre el abuso de niños perpetrados durante décadas por numerosos sacerdotes de Boston. Con la ayuda de la Archidiócesis de dicha ciudad esos casos habían sido silenciados, por lo que la investigación de Spotlight destapó el complejo entramado de complicidades que existía entre la más alta cúpula de la iglesia y buena parte del poder judicial. Las publicaciones del “Boston Globe” pusieron en estado de alerta no sólo a la comunidad católica de la ciudad de Boston y de EEUU, sino que el caso tuvo resonancia a nivel mundial.
Se advierte que a continuación se revelan detalles argumentales:
a) - Estructura
Dirigida por Tom McCarthy, con guión de Josh Singer y el mismo McCarthy, “En primera plana” tiene un ritmo impecable. No hay en sus 128 minutos una escena que se sienta de más o que se eche en falta. Es común que en muchos films que tratan sobre intrincadas investigaciones uno termine perdiendo el hilo de la historia, atosigado por tanta información, o aturdido por la voracidad de una edición rápida dispuesta a compensar los baches de una mala estructura narrativa. Nada de esto ocurre en la película. Por el contrario, el director va dosificando poco a poco la información para que vayamos adentrándonos en la trama, pero más que nada en la forma de trabajar del equipo de investigación.
A grosso modo, podría decirse que en la primera hora se nos presenta el contexto: la llegada del nuevo jefe editor habilita a los protagonistas a contar sobre qué trata la sección especial que lleva a cabo Spotlight y ver el funcionamiento general de uno de los diarios más antiguos de EEUU como el “Boston Globe”. Luego se anexarán datos sobre la línea investigativa a seguir, y aparecen los primeros testimonios. Ya en la segunda hora la historia se complejiza, se devela información sensible y lo que se creía un caso local que implicaba a unos trece sacerdotes, termina dando con la posible participación de más de ochenta religiosos en casos de pedofilia.
b) - Instituciones
A medida que los periodistas avanzan en sus averiguaciones se hace necesaria una prueba concreta que avale la investigación para que esta pueda ser publicada. Esa prueba llega cuando encuentran una carta del cardenal Bernard Law dirigida a la familia de una de las víctimas. Sin embargo, el jefe editor Marty Baron (Liev Schreiber) le pide al equipo continuar buscando más datos para que el caso no quede en nombres propios y se pueda demostrar la connivencia de los más altos representantes de la iglesia, tanto para ocultar las denuncias como para proteger a los clérigos pedófilos.
Marty, no se ve tentado en publicar una primicia, sino más bien en desenmascarar a toda la institución eclesiástica de Boston, aun cuando ello lleve más tiempo, y se corra el riesgo de no ser los primeros en dar la noticia. Y es aquí uno de los puntos más interesantes de “En primera plana”, porque como indicábamos al comienzo, además de hablar de un caso escandaloso sobre abusos de menores, la realización habla también sobre la práctica y la ética periodística; plantea en cierto sentido la ambivalencia del periodismo entre brindar una primicia o ir más allá y tener una función social. El “Boston Globe” se decanta por lo segundo, y aquí se plantea un sugestivo antagonismo entre una institución privada decidida a buscar la verdad y una institución religiosa dispuesta a esconder los delitos más aberrantes.
c) - Casting
Mediante un acertado registro naturalista la narración recrea una redacción de principios del siglo XXI, es decir, con computadoras de escritorio, teléfonos de línea, pilas de documentos y teléfonos celulares con tapas y antenas. Una redacción que comenzaba a utilizar las ventajas de la tecnología, pero todavía atravesada por las prácticas tradicionales de tomar notas en cuadernos, echar mano a los archivos en papel y sacar fotocopias.
Michel Keaton (Walter Robinson), Rachel McAdams (Sasha Pfreiffer), Mark Ruffalo (Mike Rezendes), Brian d´Arcy James (Matt Carroll), John Slattery (Ben Bradlee Jr.) y Liev Schreiber (Marty Baron) son quienes dan vida al equipo del “Boston Globe”. Se trata de actores experimentados que a medida que avanza el film parecen potenciarse en cada escena con una sobriedad que va en sintonía con el enfoque de la historia.
d) - Premios
La extensa investigación sobre el caso de los curas pedófilos publicada en enero de 2002 por el “Boston Globe”, le valió a los periodistas que la llevaron a cabo uno de los reconocimientos más importantes del rubro: el premio Pulitzer.
“En primera plana”, por su parte, es una de las grandes candidatas de los próximos premios Oscar con seis nominaciones. Entre ellos a mejor película, mejor director, mejor guión original, mejor actor de reparto (Mark Ruffalo), mejor actriz de reparto (Rachel McAdams) y mejor edición.