En 1994 Danny Boyle sorprendía al mundo con un pequeño film de suspenso llamado Tumbas al ras de la Tierra. Hoy, casi 20 años después, regresa al género que lo vio nacer con En Trance. Una cinta que está lejos de sus mejores trabajos, pero aun así guarda agradables sorpresas.
Y… ¿Donde está la pintura?
Simon trabaja en una importante casa de subastas de arte en Londres. Junto a una banda de criminales liderada por Franck planean el crimen perfecto, robar una pintura de Goya valuada en más de 25 millones de Libras Esterlinas sin que nadie resulte herido en el intento. Pero durante el asalto algo sale mal. Simon, la única persona que sabe donde está escondida la pintura, resulta golpeado y pierde la memoria a causa de ellos. Sin ninguna cura posible para la amnesia (salvo tiempo y paciencia), Franck decide recurrir a Elizabeth, una hermosa hipnoterapeuta, para que busque la respuesta en los rincones más oscuros de la mente de Simon. A medida que Elizabeth hace su trabajo la fina línea entre la verdad y la mentira y también entre el sueño y la realidad, comenzará a desaparecer.
Un misterio poco misterioso
En la carrera de Danny Boyle, En Trance está un paso más arriba de 127 Horas, quizás su trabajo más flojo hasta el momento junto con La Playa. Y aunque está lejos de ser una película perfecta, aun con las cosas que se le pueden criticar, es la dirección de Boyle lo que saca al film a flote.
En Trance es la remake de una película hecha para TV en el año 2001. El guión fue re-adaptado por Joe Ahearne, su escritor original, y por John Hodge, guionista de algunos de los primeros films de Boyle, entre ellos Trainspotting. El principal problema de En Trance está en lo flojo de su historia, si bien la originalidad de la trama no es un inconveniente, si lo es el tratamiento del misterio. Tal como leyeron más arriba, el film gira en torno a una pintura perdida que tiene que ser encontrada. El guión de Ahearne y Hodge no se esmera en construir demasiado misterio alrededor de esto, en cambio si alrededor de sus personajes y sus verdaderas intenciones. El problema aquí es que esto llega ya pasada la mitad de la película, cuando la historia comienza a perder fuerza e impacto debido a una trama demasiado convulsionada. Junto con estas revelaciones también llega un giro tras otro que no hace más que crear confusión y volver por demás de complicada una historia que, desde un comienzo y para su propio bien, nunca debería haberlo sido. Llegando a los minutos finales, la película va a esperar que el espectador se tome el asunto de la hipnosis lo suficientemente en serio para poder quedar satisfechos con la resolución.
A pesar de todo, el guión de Ahearne y Hodge tiene algunos detalles más que interesantes. Como en gran parte de las películas de Boyle, la culpa y la redención juegan un papel importante. También es muy interesante la ambigüedad que se va revelando en sus personajes, los buenos no son del todo buenos y los malos no son del todo malos. Boyle, tal como nos tiene acostumbrados, muestra sus mejores armas desde la dirección, entregando un film elegante y estilizado pero a la vez vertiginoso, al mejor estilo Guy Ritchie en sus buenas épocas. Gran parte de esto se debe a un brillante montaje y una fantástica fotografía, a cargo de Jon Harris y Anthony Dod Mantle. En el elenco resaltan los trabajos de James McAvoy y Rosario Dawson, esta ultima entregando probablemente la mejor actuación de toda su carrera.
Conclusión
A pesar de sus problemas, En Trance es un film técnicamente impecable que entretiene y te mantiene adivinando hasta el final. Quizás lo convulsionado de la trama y la cantidad de giros del guión termine generando confusión por momentos, pero Boyle hace maravillas desde la dirección para nunca dejar que la película decaiga por completo.