Con ribetes fantásticos
La comedia que protagoniza Adam Sandler viene con buenas actuaciones y moraleja.
Aunque exude sentimentalismo, bondad, costumbrismo barrial neoyorquino y recurra a un viejo truco del cine, el de un protagonista que puede convertirse en otro, En tus zapatos logra un balance llevadero en el conjunto, en parte, gracias a las actuaciones.
A Adam Sandler le queda calcado el traje de esta comedia dramática con ribetes fantásticos. Max Simkin, su personaje, es un apocado zapatero de familia judía, cuarta generación de zapateros para nada feliz con su rutinario negocio en el Lower East Side de Nueva York, una zona invadida por inescrupulosos inversores inmobiliarios, donde conviven los viejos habitantes del barrio judío y amigos entrañables como su vecino el barbero (Steve Buscemi) con los nuevos ricos promotores de un boom inmobiliario que lucen codiciadas y hermosas mujeres y tienen choferes para manejar sus costos autos. Choque de mundos.
Pero pronto podrá reconciliarse con su historia el atribulado Simkin, haciendo uso de una máquina para coser suelas que heredó de su abuelo. Si arregla un zapato con esa vieja máquina y luego se los calza, inmediatamente adquiere la fisonomía de su dueño. La voz y el acento. Así, entre capelladas, suelas y costuras, vamos conociendo a los personajes del barrio, y también la consternada historia de Simkin que vive todavía con su madre, abandonados ambos hace años por su enigmático padre, que fue también zapatero (Dustin Hoffman).
“Para conocer a un hombre hay que ponerse en sus zapatos”, dice el primer slogan de la película. Y eso hace Max, que gracias a su vieja máquina, puede ser quien quiera sin evitar el costo de esa conversión. Gracias a ese intercambio de roles, la historia avanza en varias direcciones, con Max tratando de ayudar aquí y allá, convirtiéndose en otros para ser él mismo. Así se las verá con un temible gángster, con una corrupta empresaria inmobiliaria y con su propia historia, la de una familia artesana, dueña de un oficio y de una mirada del mundo, mundo en el que todavía puede hacerse un lugar más allá.
Una historia de familia, de amor, un policial cómico apoyados en el realismo mágico de una transformación con moraleja: la de vivir tu propia vida.