Desde el mítico pueblo de Curuzú Cuatiá, situado en el corazón rural del noroeste argentino, emergieron los estrafalarios Síquicos Litoraleños, pioneros del chamamé psicodélico. Nacido a principios de 2000 el grupo fue ganando enorme cantidad de adeptos que, en su Corrientes natal, conocieron su alocado ritmo y sus coloridas vestimentas. El director Alejandro Gallo Bermúdez recorre en este, su primer largometraje, la trayectoria de esos muchachos que ensamblaron el ritmo del rock con el chamamé. Así, a fuerza de vocación y de lucha, lograron un sonido de inusual autenticidad y convirtieron su música en una desfachatada movida bizarra que tuvo eco en diversos lugares del mundo a través de internet, en la que hallaron a un público ávido de nuevos sonidos y se ganaron el apodo de los Pink de los pobres.
Documental realizado con tanto desparpajo como el que muestran sus protagonistas, recorre la trayectoria del grupo en sus giras por Holanda y por Bélgica, y se detiene en músicos, periodistas e historiadores, quienes van entrelazando con sus palabras el derrotero de esos músicos que, sin proponérselo, iniciaron una rupturista movida musical. El film muestra, además, un debate cultural acerca de los diferentes caminos musicales replanteando las nociones de éxito y trascendencia y celebrando el poder transformador del espíritu creativo.