Naves espaciales, instrumentos perdidos en giras, viajes alucinógenos con hongos, improvisaciones y sonidos estridentes son la base de un movimiento experimental gestado en la ciudad correntina de Curuzú Cuatiá. El documental de Alejandro Gallo Bermúdez sigue las huellas de la banda los Síquicos Litoraleños para reconstruir el inusual panorama de la escena psicodélica en un inesperado lugar a partir de entrevistas a los integrantes, a críticos musicales y a otros artistas como Dick El Demasiado, y en función de videos caseros que dan cuenta de la vitalidad y la necesidad de expresión de las subculturas musicales que anidan en las distintas regiones del país.
Desde sus primeros tapes hasta los tours por Holanda e Inglaterra para ofrecer shows en festivales en Rotterdam y Newcastle, Encandilan Luces: Viaje Psicotrópico con los Síquicos Litoraleños (2018), la ópera prima de Bermúdez, sigue a los correntinos en su inesperada alquimia de psicodelia y chamamé. Los imprevisibles primeros shows en Corrientes de la banda, apodada “El Pink Floyd de los Pobres” en alusión a la primera etapa psicodélica de la agrupación inglesa liderada en ese momento por Syd Barrett, marcan el inicio de una escena vanguardista que tendrá en nuevas bandas como Los Saltimbanquis o Los Cónicos a los flamantes representantes de un estilo del que los integrantes de los Síquicos Litoraleños prefieren mantenerse al margen, como espectadores encandilados por su propia luz.
La experimentación musical, los disfraces y las máscaras, el desafío de las tradiciones rurales y la necesidad de amalgamar los distintos estilos que circulan en la periferia, son algunas de las cuestiones que el documental remarca a partir de entrevistas a los críticos musicales Norberto Cambiasso y Jorge Fernández, quienes señalan las dificultades de la cultura subterránea para despegar de sus nichos.
Como si se tratase de una suerte de The Residents locales, los Síquicos Litoraleños improvisan con sonidos espaciales y psicodélicos que se combinan con las bases del chamamé autóctono en un estilo que ellos mismos denominan “chipadelia”. Con su impronta única el grupo de Curuzú Cuatiá encuentra un público y crea una leyenda sobre la psicodelia del Litoral que se expande alrededor del mundo de la mano de personajes como el músico holandés de cumbia experimental radicado en la Argentina Dick Verdult, el músico experimental Mark Gergis, y la erudición y el interés de los críticos locales.
Encandilan Luces: Viaje Psicotrópico con los Síquicos Litoraleños narra la historia de la banda con un estilo lúdico, enmarañado, pero que logra construir sentido en base a la lógica de la escena que retrata y los personajes que entrevista. Cutuzú Cuatiá representa así a las distintas ciudades alrededor del país cuyas escenas son más reconocidas en el exterior que en la Argentina debido a la falta de difusión mediática local, a la ignorancia del grueso del público vernáculo y a la explosión endogámica del ámbito independiente con cientos de recitales y miles de bandas que desarrollan su música sin las constricciones de las empresas discográficas, siempre costándoles mucho salir de su grupo de amigos. Alejandro Gallo Bermúdez redondea una historia sobre la felicidad de hacer música sin obstrucciones, la psicodelia como un estilo abierto a innumerables transfiguraciones y la incesante necesidad de los agentes dionisíacos del caos de introducir una novedad en el paisaje monótono.