Bajo la dirección de Gianfranco Quattrini, la tragicomedia presenta a una pareja de mujeres en el deseoso camino de ser madres con sus limitados recursos. El elenco está formado por estrellas de la televisión peruana y argentina, pero quienes brillan son los personajes secundarios. Cabe mencionar que la película comenzó su camino con el pie izquierdo, ya que su primer tráiler, lanzado a principios de año, recibió críticas dispares del público en general. Sin embargo, luego de verla completa, la audiencia se dará cuenta que fue una mala edición o comunicación del eje central.
Divertida propuesta rodada en Perú que pone en evidencia una realidad ineludible sobre lo difícil que es ser padre/madre por fertilización asistida (por costos) y que, desde la comedia, abre una narración con Benjamín Amadeo en el centro para, poder así jugar con la romcom y reinventar el dramedy.
El estreno de esta película llega precedido de una fuerte polémica en redes sociales. Su director, Gianfranco Quattrini -nacido en Perú, criado en Chicago y que hizo la mayor parte de su carrera en la Argentina, donde dirigió videoclips de Vicentico, Luis Alberto Spinetta y Divididos- ha asegurado que la intención fue subrayar que “no existe una sola manera de amar ni una sola manera de constituir una familia”, pero lo cierto es que la historia que cuenta el film deja abiertos muchos flancos en ese razonamiento. Hay una pareja de mujeres, está en foco la intención de que una de ellas quede embarazada vía fertilización asistida y hay también un hombre (el argentino Benjamín Amadeo) que, luego de varios fracasos con el recurso médico de la inseminación, interviene para “solucionar” el problema de una manera como mínimo extravagante. Más allá de que la puesta en escena y el tono de las actuaciones remiten a las comedias familiares televisivas y en algunos pasajes incluso a la publicidad -un problema de orden estético, en todo caso-, el tratamiento que se la da en Encintados a asuntos delicados como el consentimiento, la fidelidad y las nuevas configuraciones familiares es poco riguroso. No es malo ponerse a tono con la época, pero cuando solo se recorre la superficie de un tema se corre el riesgo de ingresar en la zona del oportunismo.
En cuanto a contenido temático el filme puede catalogarse de actual, sin embargo en sus formas, estructura, y el guión específicamente, el filme se siente añejo, digamos 60 años. La elección de planos y contraplanos con que se intenta contar, el montaje va de la mano. Situación similar ocurre con la dirección de arte, la fotografía o el diseño de sonido. Solo es rescatable el esfuerzo de los actores por hacer creíble algo. Su estructura narrativa es lineal, progresiva, no hay búsquedas ni rupturas de ningún tipo. En términos generales las sub tramas que presenta el filme no están desarrolladas y se desvanecen con el correr de la cinta. Sus personajes se sienten estereotipos, en el sentido de percepción simplificada que se tiene sobre un grupo de personas que comparten ciertas
Una película que mezcla comedia, romance y drama producida entre Perú y Argentina llega a nuestros cines. De que se trata? 👉 Martina (Ximena Palomino) y Sofía (Magdyel Ugaz) son pareja y quieren tener un hijo. En una excursión ambas conocen a Facundo (Benjamín Amadeo) y Martina planea seducirlo para lograr su objetivo. (Mejor ni relato las ideas para concebir). Él vuelve a Argentina, no es feliz en su trabajo y su ex-novia Belén (Candela Vetrano) ya convive con su nuevo amor, Ramiro (Victorio D’Alessandro) lo que le recuerda lo bien que se sintió en Cuzco. Como un juego del destino en ese instante su amigo Charly (Job Mansilla) descubre el embarazo de Martina y le manda una foto que lo hace dejar todo y viajar, pero al llegar, Facundo se topa con la verdad, fue utilizado para lograr un fin. De todas formas quiere ser parte, a pesar de los celos de Sofía, que se siente excluida. No sólo eso, él sueña con un futuro de tres, como si eso fuera posible. La película filmada en Lima nos muestra sus mejores paisajes y avanza entre situaciones semi-divertidas y la dura realidad de una sociedad que discrimina una pareja del mismo sexo. Evidentemente, el mundo no avanzó tanto. Lo mejor 👉 el film es llevadero y tiene algunas situaciones simpáticas Lo peor 👉 si profundizamos, el guion falla, al intentar transformar un tema serio, en una comedia.
La frase que sigue al título es reveladora: una familia inesperada. Porque el realizador Gianfranco Quatrini, que es autor también del guión junto a Mariana Silva Irigoyen, ha decidido hacer humor con las uniones de lesbianas, los deseos de un hijo, los engaños de la comedia liviana y una mirada muy inteligente para abrir cabezas y aceptar con toda naturalidad la formación de estructuras diferentes en nuevas uniones amorosas y parentales. Y aunque se trate de una coproducción con Perú, y allí se viva una realidad social distinta a nuestro país con respecto al matrimonio igualitario o el derecho al aborto, seguro funcionará igual en su cometido aceptación y no discriminación. En la historia una pareja de lesbianas afronta un tratamiento de inseminación artificial que tarda en hacer efecto. Y su presupuesto parece no poder resistir mucho más. Por eso en un viaje al Cuzco deciden armar un complot , donde una de ella conquista a un turista argentino (Benjamín Amadeo) para, en el día indicado y con una estratagema conocida, lograr un embarazo. Lo que sigue es una complicación de equívocos amorosos, escusas tradicionales, conceptos machistas que se derriban uno por uno para llegar a una verdad distinta. Una eficaz, fresca y entretenida comedia que prueba las reacciones, egoísmos, dolores amorosos de raíz común con una variante renovada de acuerdo a los tiempos que vivimos.
La familia, un pequeño país. La película tiene varios hallazgos que merecen la pena señalarse. El más visual: la hermosa fotografía diseñada por Max Ruggieri, que destaca, sobre todo, en los segmentos de la naturaleza en Cuzco. Pero también cabe destacar la labor actoral de los intérpretes, que aportan, a una historia atípica, una construcción actoral medida, que mantiene el nivel emocional en su magnitud adecuada y justa. Resultan especialmente notables, en este sentido, las actuaciones de Magdyel Ugaz y Ximena Palomino, quienes ofrecen una creación verosímil y cargada de ternura de una pareja homosexual, sin caer en los estereotipos vulgares habituales. También son muy logradas (desde el guion y las actuaciones) las labores de los actores acompañantes, destacándose especialmente (por su función narrativa y el temperamento actoral) la actriz Jely Reategui. Si bien estos roles secundarios responden a estereotipos muy marcados (el rol del padre de Martina, su jefa en el local de ropa, etc, y, hasta podríamos decir esto del propio personaje de Facundo, quien responde a cierto estereotipo de comedia romántica), tales convenciones narrativas cumplen correctamente su lugar en la estructura narrativa, acompañando e impulsando las diversas instancias de la trama. Finalmente, y aunque la película no tematice la sexualidad como un asunto en sí mismo, sino que trata la maternidad que pretende afrontar –en principio- una pareja no heterosexual, lo atípico de las representaciones no heteronormativas en el canon clásico cinematográfico, es siempre una señal de honesta alegría, sobre todo cuando está abordada con respeto y honestidad narrativa. El relato tiene, a mi juicio, dos puntos flojos. El primero es un asunto de estructura narrativa, el segundo, un asunto de guion y diseño de los personajes. Comenzaré por este último. Si bien se ha dicho que los roles secundarios, más cercanos al estereotipo, desempeñan holgadamente su función en el relato de conjunto, creo que se han desaprovechado caracteres narrativos potencialmente interesantes, que podrían haber fortalecido –sobre todo- la estructura cómica del relato, como la ex novia de Facundo (Candela Vetrano), la jefa (Jely Reategui) y el padre de Martina (Sergio Galliani). El desarrollo de estos personajes no sólo hubiese aportado un ritmo interesante al conflicto marco de la trama, para permitir al relato descansar luego de ciertos golpes emocionales, hubiese definido mucho más el perfil genérico de la película en una dirección eminentemente cómica, que está claramente esbozada en cada uno de los componentes. Pero incluso, por fuera de la estructura cómica, algunos personajes podrían haber aportado una nota narrativa, como es el caso del padre de Martina; un curioso señor de conducta pasiva, del que nos enteramos casi al pasar que su mujer (la madre de Martina) los ha abandonado. Tratándose la historia sobre la maternidad, podría haber sido ésta una cuestión de peso a tener en cuenta. En cuanto al asunto estructural, el desenlace resulta sin duda demasiado abrupto, y si bien alguna escena extra aporta color a la cadencia, queda no obstante flotando cierto desconcierto por la inminente clausura no del todo preparada.
Una pareja de lesbianas que busca tener un hijo se queda sin recursos; una de ellas decide seducir a un turista argentino y logra quedar embarazada. El turista es más bueno que el pan y decide ser padre. Comedia realizada con buen gusto aunque con no poco de recurso televisivo, tiene la virtud de no tomar el discurso políticamente correcto como postulado sino de bucear en las complejidades afectivas y formales de un mundo nuevo.