Encuentro explosivo es la película perfecta para las seguidoras de Sex and the City, o Crepúsculo que no tiene conexión con el cine de acción pero te miran una película cada tanto.
La verdad que después de esto Joe Carnahan te banco a muerte con Brigada A.
Que clara que la tenés maestro.
James Mangold es un gran director que en los último años demostró una gran versatilidad en su filmografía al presentar muy buenas películas de distintos géneros como Copland (Stallone), Johnny y June (la biografía de Johnny Cash), Identidad (John Cusack) y la remake del Tren de la 3: 10 a Yuma entre otros títulos.
Encuentro explosivo (que solo Dios sabe por qué la titularon Knight and Day) es la producción más grande en la que trabajó y al mismo tiempo su film más flojo.
Esto no quiere decir que su labor sea mala, pero si lo venías siguiendo a Mangold no es complicado de percibir que esto no está para nada a su nivel y es un artista que puede dar mucho más porque realmente es un muy buen cineasta.
Su nuevo trabajo es Misión Imposible con un toque de humor y una trama tonta.
Me quedó la sensación que quisieron hacer algo como Mentiras Verdaderas (James Cameron) y no les salió.
Es de público conocimiento que la producción de este estreno fue una auténtica odisea, ya que numerosos guionistas metieron manos en la historia y lo que quedó es un rejunte del laburo de muchos escritores. Vaya uno a saber cual sería la historia original.
En la película esto se nota claramente y las presencias de Tom Cruise y Cameron Diaz no pudieron hacer demasiado.
El personaje de Cruise arranca muy bien donde en principio se nos presenta como un sujeto que parece estar totalmente pirado, pero luego se convierte en un héroe de telenovela de Facundo Arana que termina siendo un bodrio.
Roy Miller es prácticamente perfecto. No pifia un solo tiro, es brillante en el combate cuerpo a cuerpo y siempre sale bien parado en todo lo que hace, lo que genera que no tenga demasiada gracia.
Todo lo contrario a Charlie Wax, el genial personaje de John Travolta en Sangre y Amor en Paris que estaba totalmente pirado de la primera a la última escena y por eso generaba empatía. No era un héroe inmaculado, era un psicópata con principios y eso lo hacía divertido.
El director Mangold hizo lo que pudo con una historia refritada que vimos un montón de veces con el clásico agente secreto que encima se enfrenta a villanos pedorrísimos como los que interpretan Jordi Molla y Peter Saarsgard (La huérfana).
El film tiene sus buenos momentos donde sobresalen las persecuciones automovilísticas que están muy bien logradas y algunos tiroteos pero no hay mucho más. La secuencia filmada en España está muy buena.
Reitero, no es un película desastrosa y si no tenés nada mejor que hacer zafa para ver algo en el cine pero es muy importante destacar que no tiene nada que ver con los que suelen ser los trabajos de James Mangold.
Si Tom Cruise quiere volver a lo grande en este tipo de propuestas tiene que jugarse con personajes distintos en el futuro porque con estos ya cumplió un ciclo.