Enemigo invisible es otro thriller político que se enfoca en los dilemas morales que genera el uso de aviones de combate no tripulados para enfrentar las amenazas terroristas en la actualidad.
Una temática que hace poco trabajó también el director Andrew Niccol en Máxima precisión, un buen film con Ethan Hawke, que también analizaba la implementación de los drones militares.
En este caso el cineasta Gavin Hood ofrece una propuesta de suspenso que se enfoca las connotaciones políticas de este tema, más que en los aspectos técnicos de los drones, como ocurría con el trabajo de Niccol.
La trama ofrece un gran thriller militar que se vuelve muy interesante por modo en que el director construye la tensión en su narración y el tremendo elenco, donde sobresalen Hellen Mirren y Alan Rickman en uno de los últimos trabajos de su carrera.
Debe ser destacada también la labor de Aaron Paul, quien ofrece probablemente su mejor interpretación desde que finalizó la serie Breaking Bad. En este proyecto tuvo la posibilidad de lucirse en un papel dramático que aprovechó muy bien en el rol de uno de los pilotos de drones.
A diferencia de Máxima precisión, que tenía la debilidad de caer en el melodrama, el trabajo del director Hood es una película que se desarrolla íntegramente en el subgénero del thriller militar, donde el límite de tiempo además juega un papel fundamental.
La película analiza muy bien todas las cuestiones morales y humanas que implican el uso de los drones, pero en este caso la trama cuenta con el plus adicional de desarrollar un intenso conflicto que lograr ser atrapante desde las escenas iniciales.
Una buena propuesta que merece ser tenida en cuenta dentro de las novedades de la cartelera.