Tras celebrar festividades que unen gente como Valentine's Day y New Year's Eve, el director de la icónica Pretty Woman Garry Marshall vuelve a la antología con Mother's Day, otra colección de historias esta vez enfocadas en la maternidad. A pesar de tener un elenco más que potable, la película no atrasa ni adelanta, sino que se dedica a revolver los mismos problemas que otras comedias han logrado con mucho más éxito.
Miranda (Julia Roberts) es una aclamada escritora, que en el pasado dio a una hija en adopción, hija (Britt Robinson) que ahora en su plenitud y a punto de casarse corre en busca de su pasado perdido y una vía de reconectarse con esa figura materna que siempre le faltó. Sandy (Jennifer Aniston) es una divorciada madre de dos adolescentes que lidia con sus hijos y su ex, que se casó con una mujer mucho más joven que él. Jesse (Kate Hudson) tiene una relación trunca con sus padres, y la visita inesperada de ellos la empuja a estrechar los lazos de sangre. Por último está Bradley (Jason Sudeikis) quien debe reemplazar a la figura materna mientras sus hijas atraviesan la tan temida pubertad.
Como ya es sabido por anteriores entregas antológicas, estos personajes y los secundarios que los orbitan se entrecruzarán de alguna y otra manera, con las pequeñas vueltas de tuerca que acostumbran las últimas películas de Marshall, así que por ese lado estarán las sorpresas, porque desde el guión puro y duro, poco y nada pasa. A pesar de haber hasta cuatro escritores que han confeccionado la historia y el guión de la misma, Mother's Day elige los mismos retazos y chistes sobre la maternidad, la edad y el paso del tiempo que no establecen nada nuevo en el género. El elenco está más que consagrado y levanta el vuelo a ciertas historias carentes de emoción y repetitivas, pero la magia de Roberts -con una horrible peluca, por cierto-, Aniston, Hudson y Sudeikis sólo alcanza hasta cierto punto y el resto se cae por peso propio.
Es casi imposible pedir que Marshall regrese a sus alturas de comedia de su pasado, sobre todo con guiones que se piensan mordaces pero su nivel es apuntar a reírse con un chiste sobre ponerse en contacto mediante un tweet. Que el título en castellano con el que se presente en carteleras sea Enredadas...pero felices! tampoco ayuda mucho a crear un caso positivo sobre la misma. Es una comedia más que liviana, en sintonía con las anteriores antologías, y sin mucha sustancia.