Redención para todos y todas
El director de Mujer bonita toma como excusa el Día de la Madre para otra apuesta tragicómica y coral sobre mujeres lidiando con la maternidad y los afectos. El resultado no es particularmente inspirado.
Parece que ya no alcanza con Navidad, Año Nuevo, Acción de Gracias y San Valentín. Ahora también el Día de la Madre, que en Estados Unidos se celebra el segundo domingo de mayo y no el tercero de octubre como aquí, es la excusa perfecta para una -otra- comedia coral sobre reuniones familiares y con centro en la solución de los problemas emocionales de los protagonistas.
Dirigida por Garry Marshall, el mismo de varios iconos de la década de 1990 como Mujer bonita, Frankie y Johnny y Novia fugitiva, Enredadas…¡pero felices! –se trata, sin duda, de una de las peores “traducciones” en la historia de la titulación nacional– tiene a un grupo de mujeres lidiando con las complejidades de la maternidad. El menú incluye, entre otros platos, a una divorciada (Jennifer Aniston) anoticiándose de que su ex está saliendo con una chica más joven; una solitaria vendedora televisiva (Julia Roberts) y a una primeriza que no sabe si ama al padre.
El modelo narrativo es similar al de aquellos films que se sitúan en vísperas de Año Nuevo o Navidad, sólo que aquí ocurre en abril. El resto es más de lo mismo: una comedia romántica con tintes dramáticos poblado por seres estereotipados, situaciones apenas graciosas, algunos enredos y la inexorable redención de todos y todas.