La iniciativa y perseverancia de Diego y Muriel, dos jóvenes idealistas, logran transformarse en un proyecto sin precedentes: la creación de un coro de 1800 chicos de escuelas de todos los credos (cristianas, judías, musulmanas, evangelistas, laicas), diferentes comunidades (armenias, turcas, gallegas, vascas) y todas las clases sociales. Entre todos, deberán superar las grandes diferencias que los separan para formar una única voz, y cantar en los teatros más importantes de la Argentina durante los festejos del Bicentenario. Los conflictos que emergen entre los chicos, los maestros y los organizadores dan cuenta, en este ensayo, de los mecanismos que nos unen hoy como nación.