Puede considerarse un acierto la libre traducción del título del film inglés “An Education” como “Enseñanza de vida”, al ser un fiel reflejo del contenido de esta historia ambientada en Londres a principios de los’60.
Fue dirigido por Lone Scherfig, una realizadora danesa de cincuenta años, de cuya filmografía (seis películas) sólo se estrenó una, la interesante “Italiano para principiantes”.
Como es habitual en la cinematografía británica, hay aquí un nivel parejo en las interpretaciones, comenzando por la casi desconocida Carey Mulligan (“Orgullo y prejuicio”), que pese a tener veinticuatro años en la vida real, asume el rol de Jenny de apenas dieciséis.
Jenny es una brillante estudiante secundaria además de virtuosa ejecutante del cello, que a causa de este instrumento y una fuerte lluvia traba relación con David Goldman, quien la duplica en edad. Su rol lo asume el actor Peter Sarsgaard (“La huérfana”, Soldado anónimo”), que pese a su apellido y dicción es nacido en los Estados Unidos.
El padre de la chica, un excelente Alfred Molina, la trata con bastante severidad pero rápidamente se vuelve permisivo al caer en las redes de David, de una escala social superior como lo revela su muy exclusivo auto deportivo y aparente poder económico. Convence a los padres para que junto a su socio Danny (Dominic Cooper) y la algo vulgar novia de éste, bien retratada por Rosamund Pyke (“Otro día para morir”, “Orgullo y prejuicio”) frecuenten restaurants y clubes de jazz a la moda.
El problema se planteará cuando Jenny empiece a descuidar su educación, su aprendizaje del latín necesario para ingresar a la carrera de literatura en Oxford flaquee y sus profesores vean con malos ojos lo que consideran una regresión. Particularmente estricta resultará la directora del colegio, una corta y bienvenida presencia de Emma Thompson. La situación se volverá crítica cuando David convenza a los padres de llevarla a Paris, cuyo idioma ella domina y adora. A su regreso, le ofrecerá un perfume (Chanel Nº 5) a su principal profesora (buena actuación de Olivia Williams), quien se verá obligada a rechazar el presente.
Algunas pistas sobre el origen “non sancto” del buen pasar económico de David y otras que se irán conociendo en la última parte del film llevarán a un desenlace que por respeto al potencial espectador se prefiere no revelar. Habrá alguna vuelta de tuerca final que no desmerece a un conjunto muy sólido donde, como se decía al inicio, las interpretaciones resultan un factor descollante.
Carey Mulligan, que en algún momento recuerda a Audrey Hepburn por su figura y pelo, es la gran sorpresa de “An education”. Ya fue nominada a los Globos de Oro (ganó Sandra Bullock) y ahora compite por el Oscar.