Gaspar Noe, el mismo de Irreversible, es un cineasta nacido para provocar, que permite odios y amores pero nunca la indiferencia. Y con esta película, extensa, llena de aciertos y momentos vanos, con excesos y belleza, con extremos e inspiraciones, que cuenta la historia de dos hermanos que se prometen estar juntos, y cuando al varón lo matan su alma se niega a abandonar este mundo. Un último viaje, que toma elementos de otros anteriores originados en la droga. Destinada a la polémica, hay que atreverse a verla.