Una particular novela de 670 páginas recorre en los '90 sin suerte editoriales, ávida de encontrar quién la publique. Salvdor Benesdra, el autor de El Traductor, era un periodista ideológicamente en crisis ante la caía del Muro, con pánico a perder su trabajo en el diario Página/12 en el que trabajaba en la sección Internacionales, donde se sentía desvalorado profesionalmente. En el '95 El Traductor es seleccionada finalista del Premio Planeta. Unos meses después la novela obtiene un premio de la Fundación Antorchas, que incluye una bonificación económica, lo que se acercaba a lo requerido para su publicación.