Entre Navajas y Secretos: Afilado misterio a resolver.
Un crimen, dinero, una familia disfuncional, divertidos personajes, gran elenco y un misterio intentando ser resuelto por un magnífico detective, son los cuchillos con los cuales el director hace malabares sin cortarse.
El director Rian Johnson es mucho más que Star Wars: Episode VIII – The Last Jedi (2017). Con esta película Knives Out, que dirigió y escribió, demuestra que puede realizar una película elegante y atractiva como una daga, que apuñala como un cuchillo bien afilado.
Una simple premisa de un crimen a resolver se convierte en un enredo intrincado cuando aparecen los otros elementos en cuestión, la familia rica con personajes estupendos y dinero, mucho dinero. Este film vuelve a traer el clásico género de misterio, a lo Sherlock Holmes, con vueltas de tuerca interesantes y un elenco magistral.
Rian Johnson también trajo consigo Looper (2012) una película bastante original, y Brick (2005); algo que demuestra que es uno de los directores de estos últimos tiempos a tener en cuenta. Además de apreciar cómo usa antiguos trucos cinematográficos para aprovechar al gran elenco que reunió, en donde actores y actrices interpretan a personajes duros, atractivos, misteriosos, mentirosos y muy entretenidos. Hablamos de la familia disfuncional Thrombey que sufre un hecho trágico que involucrará a todos. Todos son sospechosos, y a la vez no.
Con el faro del maestro Christopher Plummer estos actores y actrices se desempeñan en sus roles perfectamente. No hay tantos intercambios entre ellos, sino más bien cada uno brilla en su papel con pequeños momentos, que son suficientes para hacer mover la trama, lo importante de la película. No es una obra que se ve obnubilada por los protagonistas, sino más bien que los usa de tan buena manera que pasan desapercibidos en el buen sentido.
Desde Katherine Langford, LaKeith Stanfield, Jaeden Martell, Toni Collette, Don Johnson, Michael Shannon y Jamie Lee Curtis hasta la sorprendente Ana de Armas, siendo la que ayuda al personaje de Plummer, un hilarante Chris Evans como la oveja negra de la familia, y un papel muy destacable para el misterioso detective privado Benoit Blanc de Daniel Craig.
Sin estropear la trama, es una clásica historia de develar el misterio, con la habitual explicación de todo lo que sucedió hasta el final. Cada familiar oculta y demuestra sus caras ante los detectives. Algo que jugará con nuestras mentes, como con la de los demás personajes. Entre ellos hay muchas discusiones y charlas sobre dinero, hasta temas políticos bastante actuales como los inmigrantes. Es ahí donde el personaje de Ana de Armas cobra mucha importancia, cuando ninguna sabe si es de Uruguay, Paraguay o Ecuador. Hay humor con respecto a esa mirada estadounidense, como también hacia el tema de la ambición, las mentiras, y las dolorosas verdades.
Las resoluciones de intrigas previas a la resolución final se dan a conocer bastante rápido. Algo astuto de realizar ya que varias han sido vistas en otras películas o novelas del género. Además mantiene al espectador atento, sin dejar de pensar un momento.
Aunque el último acto puede resultar una forma retorcida de resolver el problema, todo cobra sentido gracias al humor y los personajes que conocimos a lo largo de dos horas y diez minutos que pasan rápidamente. Las pocas locaciones, un detective muy persistente que lleva la película como el mejor, y un misterio que no se logra descifrar hasta el final sirven como cuchillos muy filosos y bellísimos, con los cuales Rian Johnson hace malabares sin cortarse.
Teniendo en cuenta que quizá últimamente los espectadores no quieren pensar demasiado en el cine, esta película quizá no reciba los halagos correspondientes. Esperamos equivocarnos. Hay bastante diálogo y explicación pero mezclado con situaciones cómicas y muy buen ritmo. Detalles que la hacen muy entretenida.
Si te gustan las obras enigmáticas, donde la intriga es la pieza central sostenida por grandes actores y actrices, y una prolija puesta en escena, esto es lo tuyo sin lugar a dudas.