Cuando la adicción a la pornografía puede obstaculizar el amor.
Este es el debut Joseph Gordon-Levitt (32 años) como director en este largometraje, además es el guionista y el protagonista, vive en New Jersey, de clase media, se encuentra en un mundo donde casi todo gira en torno a Internet, en su departamento se siente frente a su notebook y tiene sexo viendo pornografía a solas. En sus salidas es un ganador a la hora de seducir, sus amigos lo llaman “Don Jon” (Joseph Gordon-Levitt).
Él es obsesivo de su: cuerpo para ello concurre al gimnasio, entrena, trabaja, visita a su familia, cuida su auto, su departamento, va misa, donde confiesa sus pecados que es la masturbación y es adicto a la pornografía, esto le da un inmenso placer y no le insume nada. Pero un día conoce una chica sensual, seductora, una bomba sexy Bárbara (Scarlett Johansson), esta vive en un mundo de fantasía como la película que fueron a ver (protagonizada por: Chaning Tatum y Anne Hathaway).
Ella es como una Barbi, todos quedan impactados y deslumbrados cuando la conocen sus amigos y sus padres Angela y Sr. Jon (muy buenas actuaciones Glenne Headly y Tony Danza) estos la aceptan inmediatamente, la única que no le presta atención a nada es su hermana Mónica (Brie Larson, un buen personaje), es adicta a su Smartphone por lo menos es lo que se ve (vive autista, eso aparenta).
Todo marcha bien se transforma en un amor de película, pero algo sucede que todo se rompe, comienzas los reproches y la desaprobación, aunque no es casual que paralelamente a esa relación conozca a Esther (Julianne Moore) y él deberá aprender más sobre el amor y la vida.
La historia se encuentra bien planteada porque estamos viviendo en un mundo bastante cibernético, vivimos tan atrapados por el capitalismo, prácticamente todas las actividades se encuentra volcadas en internet, (relaciones y separaciones, compras, ventas, mensajes, todo bajo este sistema), es fácil detenerse por unos minutos y observar familias, jóvenes y amigos todos realizando alguna aplicación con sus celulares, en muchos casos se ha roto la comunicación y en mucho casos ya se torno en una adicción.
Y nuestro protagonista no es la excepción, además de mirar a la mujer como un objeto sexual desde el servidor de su notebook hasta cuando va al boliche y la mira como mercancía, que está por comprar. Aquí lo que se plantea también es que este hombre prefiere complacer sus fantasías a través de la cibernética, esto lo estimula, lo satisface, está cómodo, mediante lo tecnológico él maneja sus tiempos y no le demanda compromisos.
La primera mitad de la película resulta bastante interesante, entretenida, tiene mucho de sátira, con frases e imágenes ingeniosas, tiene humor ácido, plantea como nos relacionamos con la familia, los amigos, la iglesia, la pornografía, la pareja y el sexo, unos de los problemas que tiene resulta reiterativa, abusa de algunas situaciones, por momentos resulta monótona y tiene algún golpe bajo (como la perdidas familiares del personaje de Moore). Contiene una crítica a la sociedad, al género masculino y deja alguna moraleja.