Imagínese que usted la ha pasado bomba durante toda su vida y, de golpe y con riesgo de muerte, le dicen que debe parar. Y usted decide irse por otro lado. Pues bien, de eso trata esta comedia amable a la francesa que celebra la vida sin estridencias pero con un transcurrir terso que acerca al espectador a los protagonistas. Una comida compartida, ni más ni menos, y de las buenas.