Entretenido thriller en blanco y negro
Hay más de un acierto en la ópera prima de Iván Vescovo. Lo que arranca como una historia de devaneos sentimentales entre jóvenes filmada en blanco negro con un estilo decididamente manierista termina convirtiéndose en un thriller entretenido, con un guión sólido que no deja cabos sueltos, a pesar de lo intrincado de la trama. En Errata, hay múltiples alusiones literarias (con Borges como referente principal) y reflexiones académicas, pero también engaños, planes exóticos, extorsiones y negocios ilegales, como suele exigir el policial negro. Ulises (Nicolás Woller), un joven fotógrafo que acaba de romper con su pareja, se cruza de inmediato con Alma (Guadalupe Docampo) y cae bajo sus encantos. Piensa que es pura casualidad, pero de a poco sabremos que las cosas no son lo que aparentan. Vescovo va dosificando con inteligencia las distintas revelaciones que permiten al espectador reconstruir un rompecabezas visual armado sobre la base de precisos juegos con la temporalidad. Uno de los fuertes de la historia son los secundarios, resueltos con gracia y eficiencia por Arturo Goetz (su trabajo brilla), Vanesa González, Claudio Tolcachir, Martín Piroyanski, Federico D'Elía y Boy Olmi. Todos destilan convicción y un humor leve que no desbarranca en la caricatura. Suele ocurrir que las pequeñas participaciones de actores con experiencia en películas independientes queden desdibujadas, pero no es el caso, otro punto a favor del director. Es también muy buena la banda sonora de Bauer, grupo de post rock que ya había trabajado en Cíclope , de Iván Fund, pero su uso es desmesurado. Son demasiadas las escenas en las cuales la música irrumpe y copa la parada, en más de una oportunidad de manera innecesaria.
Vinculando las típicas trampas del amor con otras más pedestres relacionadas con la ambición y el dinero, Vescovo enfrenta a su desprevenido y módico héroe a una encrucijada planteada por una mujer guiada por un axioma inescrupluso -"La culpa es una pérdida de tiempo, una excusa para los débiles"- y lo embarca en una pequeña odisea que, como toda experiencia vital, redundará en aprendizaje.