El joven director Xavier Dolan regresa a las salas con Es solo el fin del mundo, un film dramático pleno de estupendos actores y un interesante punto de partida.
¿De qué se trata Es solo el fin del mundo?
Un hombre vuelve a la casa materna para anunciar una noticia fatal: se está muriendo. Pero el encuentro con su madre, sus hermanos y su cuñada, luego de años sin verlos, ha hecho que se vuelven casi desconocidos.
¿Con qué te vas a encontrar?
Me gustan las películas donde se nota que hay un director, una cámara que toma postura, que no solo hace planos tradicionales sino que no tiembla al momento de mostrar una y otra vez primeros planos de los personajes, una cámara que desafía el realismo -pero no el verosímil- con el fin de agregar expresividad a la imagen. Xolan es un hombre atrevido, que puede o no gustar, pero no deja indiferente.
Tratándose de un film que cuenta en sus filas con Vincent Cassel y Marion Cotillard entre las caras más conocidas, pero también con un excelente Gaspard Ulliel en el rol protagónico y la compañía de las perfectas Nathalie Baye y Léa Seydoux, no puede esperarse más que grandes interpretaciones. Una película sobre personajes necesita de buenos actores y aquí esto funciona como mecanismo de relojería.
“Es solo el fin del mundo”, acertadísimo título por cierto, es una película de relaciones, de tiranteces, de secretos y rencores contenidos. Atrapa con una frase y te tiene una hora y media esperando la revelación. Partiendo de esa simplicidad argumental, lo demás son vínculos, a veces de comportamiento inexplicable, pero que alcanza para tenerte en vilo.
“Es solo el fin del mundo” invita a salir de la comodidad, entregando una obra distinta pero accesible.
Puntaje: 7.5/10
Título original: Juste la fin du monde
Duración: 95 minutos
País: Canadá / Francia
Año: 2016