Después de la muy buena Mommy se estrena esta nueva película del muy joven Xavier Dolan -ha hecho seis películas y tiene 27 años-, ganadora de un premio importante en Cannes. Con un elenco de estrellas del cine galo, Dolan traslada al cine una pieza teatral sobre conflictos familiares. Hay un hombre que regresa después de años de ausencia para contar a su madre, hermanos y cuñada, que va a morir. Lo que sigue es una hora y media de todo tipo de reproches y maldades que afloran entre los personajes, tomados en primeros planos que tampoco se sienten muy cercanos a calidez alguna. Aún con el vistoso estilo visual que mostró en películas anteriores, una juxtaposición de juegos de imagen y uso de la música, el resultado de la acumulación de toda esta gente hablando -y hablamos de Marion Cotillard, de Vincent Cassell, de Léa Seydoux, de Nathalie Baye- termina por fastidiar hasta al más dispuesto. Entre los films hablados en francés y basados o parecidos al teatro -Nuestras mujeres, El nombre- no quedará como uno de los más recordables.