Despedir a un abuelo debe ser una de las tareas más arduas que existen en el mundo. Son guías igual de importantes que los progenitores, y cuentan con un abanico de experiencia mucho más exhaustivo que el de las personas que nos dieron la vida. Su partida es algo inevitable en el juego de la vida, suceso para el que uno nunca está preparado, y cuando hay una sombra borrosa en el pasado de un fallecido, las puertas parecen no cerrarse nunca. El viaje iniciático de la debutante Lucía S. Ruiz en Esa película que llevo conmigo es explorar el pasado de su abuelo Pepe, reconstruyendo tramo a tramo su árbol genealógico para entender su lugar en su vasta estirpe, y para armar el rompecabezas familiar tan elusivo hasta antes de embarcarse en la filmación.