Del terror al humor, en un solo paso
En "Escalofríos" una confusión llevará a Zach y su amigo a entrar a la casa de su vecino sin saber que se trata de R.L Stine y, sin querer, dejan escapar a las criaturas de los libros del escritor. Una comedia familiar que, lejos de la pretensión, servirá para pasar un buen rato.
Zach (Dylan Minnette) llega a la ciudad, y su nueva casa está pegada a otra muy extraña en la que viven una chica de su edad, Hannah (Odeya Rush) y su misterioso y enojado padre (Jack Black). Hasta allí, la trama comienza como cualquier argumento de película de terror, y quizás sea un inicio de alguno de los títulos de R.L. Stine, escritor de la famosa serie de Escalofríos, de libros de miedo para jóvenes. Una confusión sobre violencia doméstica llevará a Zach y su único amigo a entrar en el hogar vecino para saber si Hannah se encuentra bien, pero el dúo se encontrará con unos manuscritos que al abrir uno de ellos, deja escapar al abominable hombre de la nieves. La casa, obviamente es de R.L. Stine y esos libros encierran más que palabras. Allí están encerradas todas las criaturas que su mente creó, pero un error, al dejar escapar al monstruo del Polo Norte, les costará caro.
Al destruir la casa y escapar, el monstruo tiró otro original, justo el de “La noche del muñeco viviente”. El protagonista de esa historia es Slappy, un muñeco para ventrílocuo que es más malo que el demonio en persona. Él será el encargado de liberar a todos los “hijos” del escritor y desatar el caos en la ciudad. Por fortuna, el filme basado en todas las historias de “Escalofríos”, no es “una historia basada en...”, sino más bien un homenaje a Stine y a toda una generación que creció con sus libros, mucho antes que “Harry Potter” o “Crepúsculo” existiesen. Y en clave humorística más que de terror, el filme sale mejor parado que si hubiese buscado inquietar y dar miedo.
Una comedia familiar -inocente al punto de mostrar sólo un beso adolescente tapado por un abrazo- que, lejos de la pretensión, servirá para pasar un buen rato en el cine. Buen rol de Black, que ha demostrado que le quedan a su medida los filmes en los que se relaciona con niños y jóvenes (“Escuela de Rock”, “Nacho Libre”).