Oportunidad para el lucimiento de sus actores
El comentario del año pasado de “El lado luminoso de la vida”, el film inmediatamente anterior de David O.Russell, enfatizaba ser “el único de los largometrajes nominados que tiene a sus cuatro actores (principal o de reparto) seleccionados además de los cinco rubros considerados mayores (película, director, actor y actriz principal, guión)”.
Y este año “Escándalo americano” (“American Hustle”) vuelve a ostentar tal singularidad. Pero hay aún más similitudes ya que dos de esos cuatro intérpretes (ambos ganaron en 2013) vuelven a estar nominados aunque curiosamente en esta oportunidad no como actores principales sino de reparto.
La carrera de David O. Russell, dos de cuyos cuatro primeros largometrajes (“Flirting with Disaster”, “I Heart Huckabees”) no se estrenaron localmente, viene en continuo ascenso al punto de que este año sólo otro film (“12 años de esclavitud”) lo iguala en número de nominaciones (diez).
Ese dato lo posiciona a priori como un serio candidato a ser consagrado en las categorías de mejor director y película 2013 en la ceremonia de los Oscar del 2 de marzo próximo. Sin embargo, pese a ciertos méritos sobre todo en el casting, pueden señalarse algunas objeciones a ésta de por sí demasiado extensa historia de casi dos horas y media de duración y con algunos altibajos en su desarrollo.
El afiche original refleja en cierta medida su mayor mérito al mostrar a los cinco actores principales (cuatro de ellos nominados). Permite calificar a Russell como alguien que generosamente brinda a sus dirigidos la oportunidad de lucimiento individual en forma alternada.
En el inicio el favorecido es Christian Bale, quien ya había ganado un Oscar de reparto en “El ganador” y aquí compite en la categoría principal. La primera escena cuando se “calza” con un pegamento pedazos de pelo en su cabeza casi calva es antológica. Luego ingresa en escena el agente del FBI Richie DiMasso, interpretado por Bradley Cooper que ya había ganado el Oscar el año pasado con “El lado luminoso de la vida”. Pero el aporte más importante será el brindado por la sorprendente Amy Adams (“Julie & Julia”, “The Master”) como Sidney, una joven que simula ser inglesa, siendo la amante y compañera en pergeñar estafas de Irving Rosenfeld (Bale). Richie envolverá a Sidney e Irving y los obligará a colaborar en un intento del hombre del FBI para atrapar a algunos peces gordos de la mafia y a congresistas corruptos del gobierno.
Uno de los problemas del film es que es muy hablado y tarda un poco en arrancar. Afortunadamente la segunda parte resulta bastante superior a la primera hora. Allí nuevos actores lograrán compensar ese desequilibrio particularmente con la incorporación a la trama de Jennifer Lawrence como la algo vulgar esposa de Irving y Jeremy Renner como un alcalde del estado de Nueva Jersey que se deja envolver algo ingenuamente en el plan del FBI.
Quien también tendrá su oportunidad de lucimiento será Robert de Niro como el capo mafia Victor Tellegio, de la banda del famoso Meyer Lansky. De Niro, visto últimamente en actuaciones mediocres, parece revivir cada vez que lo dirige Russell y aquí se lo ve hablando en árabe con un supuesto jeque en una escena desopilante aunque con un remate poco logrado.
Otro punto destacable es la banda sonora con temas de la década del ’70, que es cuando transcurre esta historia basada libremente en hechos reales. Además de Neil Young, Elton John, Santana, se escucha a Paul Mc Cartney en “Live and let Die”. Este último tema podía haber sido sin embargo obviado al ya haber sido utilizado en una película de James Bond.
“Escándalo americano” se sostiene sobre todo por las interpretaciones de su amplio reparto donde se destaca Amy Adams pero no parece reunir méritos suficientes para que sea considerada como la mejor película del año.