Una inmensidad gris
Si hay un tipo de películas que los amigos de Hollywood han explotado hasta el hartazgo es el de los estafadores o “con man”. Cada año se estrenan unas cuantas, que tienen mas o menos la misma estructura: Se planea un gran golpe (generalmente por circunstancias ajenas a los protagonistas), se reúne al equipo, se planifica, se ejecuta, en el medio las cosas comienzan a salir mal PERO hacia el final se viene el giro “inesperado” y en realidad era todo parte del plan. ¡What a twist! ¡No me la veía venir!
Bueno, hacia esos lares es donde se embarca David O. Russell (o El loco David, como le decimos los amigos) para contar una historia que transcurre en plenos 70′s, cuyos involucrados son principalmente Christian Bale, Bradley Cooper y Amy Adams. Si, me faltó agregar el elemento del triángulo amoroso en este tipo de películas, que suele estar presente también y acá no es la excepción. Y además de todo eso, tenemos que el personaje de Bradley Cooper es el policía encargado de llevar a la justicia a nuestros malhechores. No dejó nada afuera el loco David.
Escándalo Americano
Bradley Cooper con sus rizos y Christian Bale modificando su masa corporal por 432da vez.
El tema es que, si bien tenemos todos los ingredientes típicos, Russell pela el libro de recetas secreto de la abuela y comienza a combinarlos de formas bastante diferentes a la tradicional peli de estafadores, colocando el foco principalmente en la relación entre estos tres personajes dentro del contexto bastante complicado en el que tienen lugar. En general vemos como los perfiles de los protagonistas no caen dentro de los moldes típicos, donde los políticos no son súper corruptos, los policías está mas pendiente de hacerse famosos con un arresto estrella que de hacer cumplir la ley y quienes supuestamente la tienen clara en lo que hacen observan como todo se les va de la mano.
Al principio tarda bastante en comenzar a armarse la historia. Se toma su tiempo en presentarnos a los personajes y marcar muy bien las relaciones entre ellos lo cual, si bien hace que toda esta primera mitad se torne por momentos un poco densa o empantanada (como si la historia no avanzara hacia ningún lado), luego comienza a tomar mucho más ritmo y vemos como cobra su fruto todo lo que se fue amansado antes lentamente. El principal problema que encuentro con la película es este justamente, que por momentos no se sabe bien hacia donde quiere ir con la relación de los tres protagonistas. Al menos hasta que llega a la segunda mitad.
Escándalo Americano
Otro de los sub plots sin sentido: El esmalte de Jennifer Lawrence
También hay ciertas cosas que Russell incluye que parecieran ser más caprichos suyos que aportes verdaderos a la trama. Las voces en off de Bale y Adams por ejemplo, con las que comienza la película (dando la sensación de que vamos a tener el relato de los protagonistas de fondo, al mejor estilo Scorseseano), por momentos desaparecen completamente, como si se hubieran olvidado que tenían que estar. Hay una historia sobre unos pescadores en hielo que cuenta el jefe de Cooper que no aporta nada, o escenas como la de Jennifer Lawrence limpiando su casa con Live or Let Die de fondo, que más que producir algún efecto sobre el estado mental de la muchacha (supongo que la razón por la cual incluyeron la escena) te dejan con un “¿Lo qué?” en la cabeza.
La setentosidad también está muy presente en toda la película y creo que es uno de los principales atractivos que tiene. Se vislumbran esos setentas apesadumbrados, donde el imaginario del american way of life ya quedó destruido y en los cuales todos se encuentran justamente luchando o presionando (el “hustle” del título original podría encajar acá) para salir adelante de la forma que sea posible. Al menos este aspecto me pareció muy logrado en general, condimentado con distintos puntos de la trama que no quiero spoilear pero que trataremos en el podcast 63.
Escándalo Americano
Amy Adams no usó ñocorpi en toda la película. Bien por ella.
Al margen de que me parece que la película viene un poco sobrevalorada y con mucho inflador (“El lado luminoso de la vida”, la última película de Russel, sin ser perfecta me resultó más interesante) se nota un esfuerzo por esquivar los lugares comunes (algunos al menos) y a los personajes obvios y predecibles. Hay una escena donde el personaje de Bale le dice a Cooper que el mundo no es “blanco y negro” como él piensa, sino que está repleto de “muchos grises”. Esto prácticamente podría definir a toda la película, una inmensidad gris donde no hay buenos y malos claramente definidos, donde encontramos seres humanos que, luchando por alcanzar sus metas, deben embarrarse un poco y tal vez tomar decisiones que no son las correctas, pero son las únicas que tienen a mano (el personaje de Renner me resultó especialmente interesante por este punto). Creo que es acá donde se encuentra la mayor fortaleza de la película. En eso y en los generosos escotes de Amy Adams, por supuesto.