La ambientación por sobre la historia.
American Hustle es una película rara, que no ha llegado a cerrarme del todo. Posee un muy buen elenco y buena cinematografía, pero su aspecto narrativo es realmente deficiente.
El guion es por lo menos confuso. No hay un claro foco en algo en particular, sino que la historia se desenvuelve de modo caótico, abriendo líneas argumentales que se ramifican alrededor de una trama troncal débil, no por ser insustancial, sino por la forma en que es presentada. Hay un desbalance absoluto en el modo de narrar los hechos, ya que el director prefiere dedicarle más tiempo a mostrar ciertos aspectos intrascendentes de las relaciones entre los personajes que en desarrollar el nudo de la historia.
En American Hustle no existen los momentos cruciales ni hay escenas de alto impacto emocional, porque el peinado de los protagonistas o la forma en que se visten pareciera ser más importante que lo que se cuenta. Esa superficialidad no sólo despierta cierta incredulidad acerca del tema tratado, sino que hace que por momentos el espectador confunda el género al cual se ciñe. Sinceramente, no llegué a distinguir si algunas escenas eran dramáticas o cómicas.
American Hustle es una película visualmente imponente. Su fotografía es de primer nivel y la ambientación es maravillosa, pero la historia está muy mal contada. Quienes quieran solamente ver el retrato de una época a través de personajes muy bien caracterizados quizás encuentren valor en la película, pero los que quieran sentarse a disfrutar de una buena historia seguramente quedarán decepcionados.